La costa que perfila los límites de Cádiz y Huelva ha sido codiciada, desde hace milenios, por distintas civilizaciones como tartesos; fenicios; griegos; romanos; visigodos o árabes. Los motivos son un magnífico clima y 200 kilómetros de la más fina y dorada arena. Por no hablar de su privilegiada situación frente al Parque Nacional de Doñana, la Reserva Biológica de España más importante. Además, sus extensas playas están dotadas de infraestructura turística y de aguas claras y transparentes a lo ancho y largo de localidades como Chipiona; Rota, Tarifa, El Puerto de Santa María o Chiclana, entre otras. También son ideales para la práctica del Windsurf o la pesca submarina.
Matalascañas
Matalascañas, ubicada en plena playa de Doñana, tiene como emblema inconfundible la Torre La Higuera. Se trata de un vestigio de antiguas torres vigías en un entorno donde lo natural y salvaje se funde en equilibrio con lo civilizado. Esto se traduce en la singular belleza paisajística que es en uno de los principales focos de turismo de sol y playa de Huelva. Con Bandera Azul desde el año 1993, es un destino accesible para todos los visitantes, con la calidad, limpieza y equipamientos adecuados que permiten que el visitante disfrute de sus blancas arenas y gran extensión de costa.
Bolonia
Aunque comparta nombre con la ciudad italiana, Bolonia está en Tarifa (Cádiz) y es una playa salvaje de arena blanca que esta considerada como el paraíso del Wind-Surf por su fuerte viento. En ella, además, puede practicarse el nudismo en una de sus zonas.
El Palmar
Saliendo de Conil de la Frontera se puede divisar al horizonte la playa de El Palmar, una franja de arena rectilínea que sigue la orilla del mar hasta donde ya no llega la vista. Se trata de una playa kilométrica respaldada por campos
de dunas cubiertos de vegetación y parcelas con agricultura extensiva. Sus aguas bravas y el fondo con elevada pendiente la convierten en un enclave de competiciones surf. Alrededor de la torre, en su paseo marítimo, se reúnen gran cantidad de personas para disfrutar de la puesta de sol.
La Caleta
La Caleta es la playa del casco antiguo de Cádiz y no entiende de estaciones porque en su arena siempre hay gente. Refugiada entre dos castillos y llena de barcas balanceadas por el mar, es perfecta para quienes buscan un entorno familiar. Además, ofrece la oportunidad de descansar a la sombra de un antiguo balneario o pasear por un camino de rocas. El paseo que da acceso al castillo de San Sebastián, divide la playa en dos tramos, quedando al sur una pequeña lengua de arena que también se puede tomar el sol y disfrutar del baño en piscinas naturales de piedra.
Isla Canela
De arena fina y dorada, oleaje moderado, esta es una de las playas más concurridas de Huelva. Se trata de una playa adaptada donde las formaciones de bajos de arena hacen que no tenga mucha profundidad y, por tanto, sea una zona de disfrute seguro para toda la familia. Además del baño, y gracias a sus vientos, se pueden practicar también deportes acuáticos. Una vez llega la noche, la playa cobra un especial interés para los más cinéfilos, gracias a su cine de verano semanal.
Foto de portada | Redrain
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