España es un país con una geografía rica en pueblecitos con encanto. Ya sea en formato de pueblos blancos o medievales. No obstante, elegir cuál es el más bonito, el más tranquilo o, simplemente, el mejor es una tarea imposible ya que eso depende del criterio y gustos de cada uno. Lo que si es posible cuantificar es si son pequeños, tanto por su número de habitantes como por su superficie. Y es que, aplicando este criterio podemos seleccionar cuáles son aquellos que, como los mejores perfumes, vienen en frasco pequeño. Perfectos para ver en un solo día o unas cuantas horas.
Ponte Maceira
Con poco más de 60 habitantes, situado en la parroquia de Portor y perteneciente al ayuntamiento de Negreira en A Coruña, se encuentra Ponte Maceira. Por allí pasa el río Tambre, uno de los más importantes de Galicia. Destaca su gran puente Románico, que lo cruza, construido en el siglo XIII aprovechando los pilares de otro romano anterior. Este lugar es paso obligado en el Camino marítimo de Santiago.
Bárcena Mayor
Es el único núcleo de población incluido en el Parque Natural Saja Besaya. Se sitúa en una pequeña vega del río Argoza, al pie de las montañas de la divisoria cantábrica. Destaca por lo tradicional de su arquitectura y la claridad de sus límites, que hacen de él un núcleo muy compacto en el que el espacio se aprovecha al máximo. El tipo de casa más característico en la aldea es la montañesa de hábitat rural. Son de visita obligada la iglesia de Santa Maria (del siglo XVII) y las antiguas casas rectorales, las casonas montañesas.
Bagergue
Es el pueblo más alto de la Val d’Aran, situado a 1419m. Tiene el encanto de un típico pueblo de montaña con casas de piedra con tejados de pizarra y balcones de madera. Aquí, todas las épocas del año tienen su esplendor: nieve abundante en invierno, prados cubiertos de flores en primavera,veranos vivos y festival de colores en otoño. Además, tiene las mismas horas de sol en verano y en invierno. Alguno de los rincones más destacados del pueblo son: Casa Menginat, Casa es de Pansart, la iglesia de Sant Fèlix del s.XII, la Quesería más alta del Pirineo y el Museo Eth Corrau.
Robledillo de Gata
Emplazada en la Sierra de Gata, esta localidad extremeña está encajonada de forma semioculta entre bancales, en el Valle del Árrago. Es un lugar auténtico y con mucha personalidad en el que la población que no llega a los 100 habitantes. Su arquitectura se caracteriza por emplear materiales como pizarra, madera y barro, lo que le ha valido la declaración de Conjunto Histórico. Uno de los monumentos de más interés de este pueblo es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XVI, de visita obligada para los visitantes.
Puertomingalvo
No podía faltar en la lista, un pintoresco pueblo medieval como este. Cuenta con un Castillo del siglo XI, una Iglesia Barroca del XVIII y el Ayuntamiento del siglo XIV. Además, las casas se mantienen de manera uniforme el estilo medieval, calles estrechas incluidas. No obstante, también se caracteriza por ser un lugar muy tranquilo y relajante.
Fotos | iStock
En Trendencias | Pan de verdad: 15 panaderías artesanales de Madrid donde comprarlo
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario