Las cinco rutas más impresionantes de España sobre pasarelas y puentes colgantes (no aptas para gente con vértigo)

Una firma de que, al mismo tiempo que haces ejercicios, descubres parajes maravillosos

caminito del rey
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Hay dos tipos de amantes de la aventura: las personas que necesitan actividades extremas que desafíen la fuerza de la gravedad (tales como el puenting o el skydiving) y aquellas otras personas que prefieren enfrentarse a la naturaleza. Es en este segundo grupo donde se encuentran los senderistas. El excursionismo consiste en explorar zonas rurales, ya sean estas de playa o de montaña. Su principal encanto reside en que, al mismo tiempo que te ejercitas, se descubren parajes maravillosos.

De todos los tipos de caminos posibles en los que practicar senderismo, uno de los que resultan más excitantes, pero sin dejar de ser seguros, son los que incluyen puentes colgantes o pasarelas. En ellos, la plataforma que soporta la carga aparece suspendida sobre el vacío y sujeta únicamente por grandes cables amarrados a torres.

El inicio de su construcción se remonta a 1800 y, desde entonces, algunos han destacado por su diseño y otros por su longitud, pero también los hay que impresionan por el paisaje de postal en el que se encuentran. De hecho, en España los tenemos de diferentes tipos y aventuras.

Caminito del Rey (Málaga)

caminito del rey Arthur Harrow

El Caminito del Rey, en el Desfiladero de los Gaitanes, es una de las rutas más populares de España. Se encuentra en el norte de la provincia de Málaga y recibe su nombre de cuando Alfonso XIII lo cruzó en 1921 por la inauguración de la presa del Guadalhorce. En su momento, fue considerado el sendero más peligroso del mundo aunque, a día de hoy, es completamente seguro. El camino se compone de varias pasarelas y puentes colgantes construidos a más de 100 metros de altura sobre el río Guadalhorce. Por lo demás, discurre a lo largo de 7,7 km, de los que 1,5 km son por pasarelas de madera de apenas un metro de anchura.

Puentes colgantes de Chulilla (Valencia)

puentes colgantes de Chililla Enrique Domingo

En la Ruta de los Pantaneros (también conocida como la de los Calderones), en pleno Paraje Natural Municipal Los Calderones, se encuentran los dos puentes colgantes de Chulilla, que fueron construidos originalmente para los operarios del pantano. El más alto de los dos tiene 15 metros de alto y 21 de largo. El segundo solo se alza 5 metros sobre el suelo. El camino discurre por un impresionante cañón por el que fluye el río Turia y abarca unos 10 kilómetros de longitud, incluyendo ida y vuelta.

Vía Ferrata (Cantabria)

En la Vía Ferrata de La Hermida se encuentra uno de los puentes tibetanos más largos de España. Discurre a más de 800 metros de altura y cuenta con una pasarela de madera a más de 100 metros de longitud. Eso sí, este camino solo es apto para aventureros de verdad. Aunque el itinerario está hecho a prueba de personas no habituadas a la escalada o al senderismo, es tan peligroso que durante toda la ruta se va protegido con casco y enganchado a un cable de acero mediante un arnés.

Pasarelas de Montfalcó (Huesca)

Pasarelas adosadas a la roca, puentes colgantes y desfiladeros de vértigo son el plato fuerte de una ruta senderista espectacular que ofrece unas vistas preciosas del congosto. El río Noguera Ribagorzana hace frontera natural entre el Pirineo aragonés y el catalán. Además, se enfrenta a la barrera del Montsec en el congosto de Mont Rebei una enorme grieta que llega a alcanzar más de 300 metros de caída vertical. Puede transitarse a través de un vertiginoso voladizo desde el que se admiran unas vistas impresionantes. Uno de los itinerarios más bonitos y espectaculares que se puede hacer para conocer el congosto de Mont Rebei es la ruta de las pasarelas de Montfalcó, con unos vertiginosos puentes que sobrevuelan la sierra del Montsec.

Cerrada del río Castril (Granada)

Este paseo sobre una pasarela de madera es ideal para iniciarse en el senderismo. Y es que, aunque tiene poca subida, su atractivo no es menor por ser corto. Solo tienes que bajar al río desde el centro urbano del pueblo de Castril y llegarás hasta la antigua central eléctrica, excavada en la roca de una ladera en el cauce. Además de la naturaleza, protagonizan el recorrido las antiguas traviesas del ferrocarril. Otro aspecto positivo es que está permitido bañarse en el río y la pesca de truchas.

Foto de portada | Frayle

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