La ciudad más pequeña de España tiene menos de 270 habitantes, se rige por una ley medieval y fascina a los británicos

En España, uno de los requisitos para que un núcleo de población se considere ciudad es que tenga una población con más de 10.000 habitantes. Sin embargo, la ciudad más pequeña de la geografía española cuenta con solo 267 vecinos, según datos del INE. ¿Cómo puede ser? Desde luego, esto es algo que no ha pasado desapercibido a unos turistas tan enamorados de nuestro país como son los británicos, quienes hasta le han dedicado un reportaje a Frías en el mítico diario 'The Sun'.

En la provincia de Burgos, y a menos de dos horas de Bilbao, se encuentra una ciudad que es tal porque sigue rigiéndose por una ley medieval. Como decíamos, se trata de Frías, una localidad a la que en el siglo XV el rey Juan II de Castilla le otorgó el título de ciudad para canjearla por la villa de Peñafiel. Así que, oficialmente ha llegado hasta nuestros días conservando su título de ciudad.

De hecho, en la Edad Media tenía muchos más habitantes de los que tiene ahora pues a principios del siglo XVI vivían en sus límites más de 6.000 habitantes. No obstante, en la actualidad, crece su número de vecinos durante el verano y recibe turistas. En el propio 'The Sun' mencionan cómo se pueden conseguir vuelos por 24 libras al aeropuerto más cercano.

Aunque está prohibido circular en coche, Frías cuenta con todos los servicios de primera necesidad como escuela, ambulatorio, farmacia, supermercado, carnicería y pescadería. Además, en su sitio en el que comprar estupenda artesanía. Aunque es el Castillo de Frías su principal atractivo turístico.

Esta impresionante fortaleza medieval fue construida entre los siglos XII y XV, lo que resultó en una edificación gótica con influencias románicas que llegaría a ser un símbolo de la monarquía castellana. La torre del homenaje, la capilla, las murallas y los jardines son algunos de los elementos más destacados de la fortaleza. Además, ofrece una vista panorámica preciosa de la ciudad y el valle del Ebro.

Como es fácil deducir, se trata de un castillo que ha sido testigo de importantes eventos históricos, tales como la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, que marcó el comienzo de la reconquista cristiana de la península ibérica. Durante la Edad Media, fue utilizado como prisión y lugar de refugio para la familia real castellana.

La Iglesia de San Vicente es otro lugar imprescindible que visitar en Frías. Esta iglesia gótica fue construida en el siglo XIV y cuenta con un impresionante retablo y una torre de campanario con vistas panorámicas de la ciudad. También hay que acercarse al Puente de la Misericordia, que cruza el río Ebro y conecta la ciudad con el resto de la provincia de Burgos.

Este fue construido en el siglo XIII y ofrece una buena vista del río y el valle. Otros enclaves significativos son el Museo de las Casas Colgadas y el Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil.

Foto de portada | Lorenmart

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