Es una de las ciudades con más historia de España pero se ha convertido en un decorado para hacerse fotos de Instagram

Ubicada en el extremo más al sur del continente europeo, Tarifa es uno de los lugares más importantes de España y es que algunos historiadores plantean que el hombre llegó a nuestro continente a través del Estrecho de Gibraltar. Abierta a dos mares y a todas las civilizaciones desde el inicio de los tiempos, la ciudad fue fundada por los romanos en el siglo I y, en la actualidad, sus casi 38 kilómetros de playas siguen atrayendo a mareas de personas de todas partes del mundo. Aunque no es oro todo lo que reluce...

Tarifa es la capital del surf de Andalucía y, gracias a ello, goza de un estatus en el imaginario colectivo de lugar cool. De hecho, realmente lo es y lo es tanto que se pasa de hipster. Uno se siente como dentro de una foto de Instagram y no en un buen sentido de la metáfora. Es un lugar al que le falta naturalidad, lo que es especialmente decepcionante teniendo en cuenta lo rico de su historia y gozando de una situación geográfica que proclive a la mezcla de culturas.

Eso sí, al visitar Tarifa uno entiende pronto por qué es tan popular entre los amantes de los deportes acuáticos y es que en la playa hay un viento divino para hacer kitesurf pero horrible para todo lo demás. De hecho, algo que uno no sabe que va a experimentar hasta que llega a Tarifa es que, a consecuencia de este viento infame, la arena te golpea en las piernas con una violencia mientras paseas que hasta duele.

No obstante, nada de esto es lo peor de Tarifa. Hasta ahora solo le hemos puesto a la puntilla a sus arenas finas y poco profundas porque ojalá fuera solo eso lo único negativo que tuviéramos que decir. Según los datos del INE, el año pasado 686.335 personas visitaron esta población de 18.621 habitantes. Es decir que la ciudad soporta tres veces su población durante todo el año.

Esto no solo se traduce en masificación y saturación sino que la hace una ciudad cara. Incluso para alojarse en un hostal de los que están llenos de guiris que solo quieren fiesta. De hecho, incluso los más forofos de Tarifa dejan de ir en cuanto tiene hijos porque hay demasiada fiesta.

Además, un poco como Cádiz en general, las playas no están bien comunicadas en transporte público. De hecho, fuera de temporada ni siquiera hay autobuses para ir a otras playas, lo que no lo hace un destino recomendable para ir si no es con coche.

No obstante, Tarifa te encantará si no te importa echar en falta esa esencia de Cádiz de la que la ciudad carece. Ese lugar lo ocupa un ambiente "pijipi" idóneo para el postureo y que es caldo de cultivo de influencers y personas que busquen sentarte a pagar de más en chiringuitos cuquis o comprar ropa de este estilo.

Foto de portada | Peter Schulz

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