Disfrutar de la naturaleza en invierno puede ser un plan mágico si sabemos cómo venderlo. Nosotras tenemos la clave para conseguirlo y es prometiendo descubrir árboles milenarios con siglos de historia a sus espaldas. Estos colosos de troncos inabarcables y raíces profundas están en muchos rincones de España, pero estas cuatro rutas son las más épicas.
El Tejo de Barondillo (Madrid)
Comenzamos con una escapada cerca de Madrid para descubrir un árbol que tiene entre 1500 y 2000 años de antigüedad. Lo llaman El Tejo de Barondillo y es un abuelo de la Sierra de Guadarrama con nueve metros de ancho y una copa de 15 metros. De hecho, dicen que es el ser vivo más viejo de Madrid.
Una absoluta barbaridad gigante en medio de un bosque de pinos. Está en el Valle del Paular y el recorrido es muy sencillo, siete kilómetros por camino de tierra desde el área de descanso La Isla. Incluso paseas al lado del río Lozoya escuchando sus saltos de agua, para hacerlo aún más especial.
Sendero de los Tejos Milenarios (Jaén)
El sur de la Península Ibérica también esconde auténticos ancianos. Son tejos y están en pleno Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas desde hace 2000 años. No te preocupes por saltártelos, con sus 20 metros de altura será imposible pasarlos por alto.
Para recorrer este sendero hay que comenzar en Cañada de las Fuentes y recorrer el camino circular de cinco kilómetros, disfrutando del silencio y del buen clima que siempre regala Andalucía. Si tienes suerte, hasta podrías ver ciervos y águilas durante el trayecto.
Lo Parot (Tarragona)
Si estás buscando una escapada cerca de Barcelona y eres más de bosque que de playa, el olivo milenario de Horta de Sant Joan en Tarragona es el rey de todos los árboles. Se desconoce su edad exacta, ya que los olivos no tienen los anillos suficientemente marcados como para calcularla. Sin embargo, su tronco de 7,5 metros de perímetro indica que es milenario.
La ruta para visitarlo es cortita y muy accesible, incluso en invierno. Comienza en la salida del pueblo de Horta por la carretera T334 hacia el norte y son menos de dos kilómetros de camino sin demasiada inclinación, ideal incluso para ir con niños. Además, su entorno privilegiado en la Terra Alta deja unas vistas a viñedos y colinas espectaculares.
La Terrona (Cáceres)
Si eres resistente al frío y quieres descubrir la encima más grande y antigua de Europa, La Terrona en Extremadura es el place to be. No es exactamente milenaria, pero sus 800 años se acercan bastante. Además, su copa de 27 metros de diámetro y su enorme tronco ofrecen un espectáculo digno de árboles mucho más viejos. De hecho, es tan enorme que necesita soportes de acero para poder mantenerse en pie.
La ruta para descubrirlo parte del pueblo de Zarza de Montánchez y son menos de 2,5 kilómetros de caminata en línea recta entre robles, alcornoques, águilas y unos atardeceres dignos de película, con la luz dorada del sol colándose entre las ramas de los árboles.
Fotos | Junta de Andalucía ,Sierra de Guadarrama, Oleareum, Turismo de Extremadura.
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