A solo 10 minutos de Ourense y oculta en el imaginario gallego se encuentra Benposta, una aldea que va mucho más allá de ser un simple pueblo de la España vaciada. En su día este pueblito desafío a todo un régimen autoritario y se convirtió en un estado independiente durante el Franquismo, gobernado por niños del mundo entero.
También llamada Ciudad de los Muchachos, fue un experimento social del padre Silva, un sacerdote comunista que fundó este pequeño país en 1957. Su objetivo era crear una república democrática que acogiera niños huérfanos y desplazados de todo el planeta, garantizando su igualdad independientemente de la edad, raza o religión. Mientras España vivía bajo el yugo del Franquismo, en Benposta crearon su propio mundo.
Suena a utopía, pero lo consiguieron. Benposta llegó a tener su propia moneda, Constitución, policía, aduanas, banco, Ayuntamiento, escuela, iglesia, mezquita y hasta un Parlamento, todo ello gestionado por niños.
De todos sus logros, su escuela de circo fue lo que los hizo mundialmente conocidos. El Circo de los Muchachos fue el primero de España y el segundo del mundo, solo comparable con el de Moscú. Recorrió más de 80 países, sin usar animales para el entretenimiento y fue precursora del Cirque du Soleil.
Dicen que por allí pasaron más de 50.000 personas, en su mayoría niños. También que llegó a tener 1000 habitantes, pero de eso ha llovido mucho. A partir de los años 80 el pueblo se desmoronó. Los niños crecían y se marchaban y la nueva democracia española trajo consigo un mayor control sobre la situación de los menores, denuncias de maltrato que nunca llegaron a término, sospechas de especulación y la exigencia de pago de unas deudas acumuladas durante años.
En 2002 el circo cerró sus puertas y en 2011 falleció su fundador, que jamás quiso abandonar la Ciudad de los Muchachos, su sueño de vida. Hoy en día apenas quedan 30 personas en Benposta, todos ellos vecinos que pasaron allí su infancia y jamás se marcharon. Sin embargo, muchas de las estructuras y la carpa del circo siguen en pie y se han convertido en la meca de turistas curiosos, ávidos de historias diferentes.
Si amas Galicia y sus historias, la Ciudad de los Muchachos tiene que estar en tu lista de escapadas diferentes. Si tienes suerte, alguno de los vecinos y antiguos ciudadanos te abrirá la puerta de la carpa, para que puedas alucinar con la decadencia y antigua magnificencia de esta bóveda, reflejo de un proyecto que inspiró a muchos otros. No en vano, todavía hay "ciudades de los muchachos" en algunos países de Latinoamerica, como Colombia.
Fotos | Galicia Máxica.
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