A estas alturas, llevo demasiado tiempo siendo usuaria de Internet como para saber a ciencia cierta que uno nunca se puede fiar de las fotos y, mucho menos, de los influencers. De lo contrario, luego uno se gasta los ahorros en viajar hasta Albania para descubrir que no es el paraíso secreto de Europa que le habían prometido o se va de Toledo invadido por el aburrimiento y la desidia. Así que, como la ciudad de Málaga tampoco me había parecido gran cosa más allá del núcleo duro del casco antiguo y de sus espetos, he pedido referencias de uno de sus pueblos.
Sobre el papel, Benalmádena es uno de esos destinos de la Costa del Sol donde nadie en su sano juicio rechazaría pasar unas vacaciones. Ubicado en Marbella, se supone que es un pueblo tranquilo y familiar de unos 67 mil habitantes. Sin embargo, está también dedicado íntegramente al turismo, siendo uno de los núcleos más importantes en este ámbito de Málaga.
No se puede negar, que es un enclave con mucha historia. Los árabes le dieron su nombre por la importancia de los yacimientos minerales que allí se explotaban ya desde época romana. Además, anteriormente había sido una colonia de mercaderes fenicios. Después, tras la reconquista, Benalmádena se convirtió en una capitanía para la defensa de la costa de los ataques de los piratas del norte de África.
Boaski
Sin embargo, en tiempos presentes, no resulta un lugar tan esplendoroso para todo el mundo. A pesar de su gran fama. Aunque, por supuesto, esto es algo que va en gusto, pidiendo referencias para saber si de verdad merecía le pena visitar este trozo de costa, algunas personas que lo conocen de primera mano lo han llegado a considerar el pueblo más feo de Málaga.
Belmádena se divide en tres distritos. En primer lugar, está el pueblo, situado en la parte alta y desde donde se puede divisar una gran panorámica de la bahía. Además, es de arquitectura tradicional, lo que denota y da fe de sus orígenes.
Andreas Flohr
Descendiendo se encuentra un núcleo urbano de gran importancia: Arroyo de la Miel. Aquí es donde se concentra la mayor parte de la población con ofertas interesantes, como el parque internacional de atracciones Tivoli World.
Por último, Benalmádena Costa es donde se encuentra la mayor parte de la oferta turística de sol y playa. Con sus correspondientes hoteles, casino, campos de golf, puerto deportivo, etc. No obstante, destaca por su originalidad el Castillo de Bil-Bil, una curiosa construcción de estilo neoárabe de 1934 ubicada en primera línea de playa.
Diego Delso
Además de todo esto, el lugar un parque de mariposas, dos acuarios, un espectáculo de delfines y pingüinos, un casino, un teleférico y uno de los puertos deportivos más grandes de Andalucía. Lo cierto es que parece prometedor. Tal vez, demasiado, cuando hasta la llaman la "Venecia andaluza" por cómo se entremezclan los edificios y los muelles en el puerto, recordando por su red de canales navegables a este icono de Italia.
Sin embargo, lo que pasa cuando no vivimos de primera mano algo es que solo percibimos una pequeña parte distorsionada de lo que es la realidad. De este modo, lo que no se aprecia en las vacaciones de ensueño documentadas en TikTok e Instagram es que esa supuesta pequeña Venecia son, principalmente, aguas estancadas que huelen fatal. Esto hace que, además, el olor a humedad impregne todo el pueblo.
Miwipedia
Por supuesto, está masificado de turistas extranjeros y, aunque sus instalaciones suenen muy impresionantes, el tono general que dicen que tiene quienes lo han visitado, es de ser cutre y casposo. No obstante, el gusto es subjetivo y la prueba son los colores.
Foto de portada | Boaski
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