Esta imponente catedral es la única de España nombrada Patrimonio de la Humanidad de forma independiente al resto de la ciudad

En todos los países del mundo hay lugares  y monumentos de interés. Sin embargo, para que pueda considerarse "patrimonio de la humanidad" es necesario que, además, tenga un "valor universal excepcional". El patrimonio es ese legado que recibimos del pasado y que transmitiremos a las generaciones del futuro así que recibir la distinción de la UNESCO es un honor para el país y ciudadanos, pero también conlleva la responsabilidad de mantener su conservación y protección. En España, tenemos ciudades enteras con este reconocimiento, así como monumentos y conjuntos de ellos. Eso sí, una única catedral de toda nuestra geografía la posee de forma independiente, sin estar unida al centro histórico de la ciudad.

Aunque catedrales como la de Toledo, Sevilla y de Santiago de Compostela se puede decir que están reconocidas por la Unesco como Patrimonio Mundial, lo son como parte de un conjunto monumental de la ciudad en la que se encuentran. Sin embargo, en 1984, la Catedral de Santa María de Burgos se unió a este prestigioso listado por derecho propio. Y, hasta la fecha, es la única catedral en nuestro país nombrada Patrimonio de la humanidad en solitario.

La primera catedral gótica de la península

No es de extrañar pues no cabe duda de que la Catedral de Burgos es uno de los monumentos más bellos del arte gótico. No obstante, no es la primera catedral que se levantó en el mismo lugar. Anteriormente, había una románica, edificada entre 1080 y 1095, en el espacio que ocupó el palacio de los Reyes de Castilla (donado al obispo de la época). Sin embargo, Burgos era una ciudad en expansión hacia Europa a través de las alianzas políticas y del Camino de Santiago y necesitaba una nueva Catedral, acorde con el rango e importancia que se esperaba de la capital del Reino Castellano-Leonés.

Se acuerda, entonces, levantar una catedral según el nuevo estilo de moda en Europa: el gótico. Se coloca la primera piedra el día 20 de Julio de 1221 con arquitectos y maestros franceses que han sido traídos a Burgos para construir un edificio que siga el modelo de Notre Damme, en París, o las de Reims, Amiens, … Dando origen así a la primera catedral gótica de la Península.

Su construcción fue muy rápida y para 1230 ya estaba lista para el culto. No obstante, no sería hasta 1260 que la obra quedaría rematada. Aún así, habían pasado solo 39 años en total, un tiempo récord en la construcción de una catedral. Eso sí, el templo se siguió ampliando y enriqueciéndose con nuevas edificaciones hasta llegar al edificio que podemos visitar hoy.

Su trazado original y personalísimo alzado la convierten en un edificio que destaca por su armonía. Basta mirar las agujas gemelas que se elevan hacia el cielo en una cascada de encajes. Ya en el interior del edificio una lápida de bronce nos advierte que allí descansa el legendario Cid Campeador, Rodrígo Díaz de Vivar, y su esposa doña Jimena.

Foto de portada | Zack Smith

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