Este bonito pueblo a una hora y media de Madrid es famoso por sus aguas celestes y preciosos montes

Para quienes vivimos en Madrid, Guadalajara es el lugar ideal en el que buscar pueblos bonitos para huir del bullicio de la ciudad y desconectar. No solo por su cercanía con la capital, la belleza de sus famosos pueblos negros de la sierra norte bien se merecen una visita desde donde sea. Aunque este rincón de Castilla-La Mancha es mucho más. De hecho, otro pueblito que nos encanta se encuentra justo en la otra punta. Es Sacedón, al sudoeste de la provincia.

En medio de la bella comarca de La Alcarria, entre el embalse de Entrepeñas y el de Buendía, se encuentra Sacedón. Es un pueblo de excepcional belleza, cuyo paisaje lo marca el celeste de sus aguas. Además, para descubrirlo, no hay nada como perderse por alguna de las rutas que atraviesan el monte, con sus ermitas ocultas y monasterios milenarios. Y es que, aunque entre su arquitectura encontramos algunas casonas nobiliarias, la mayoría de su patrimonio artístico pertenece a su acervo religioso.

Sobre todo, destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción gracias a una esbelta torre que distingue el cielo del municipio. Además, figura en el relato del Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela. Especial mención se merece también su portada renacentista y su interior gótico de transición, tal y como nos cuentan desde la Oficina de Turismo de Castilla-La Mancha.

Los amantes del barroco florido y recargado podrán encontrarlo, no obstante, en la ermita de la Santa Cara de Dios. Además, otras dos ermitas completan la postal: la ermita de Nuestra Señora del Socorro, rodeada de bosques densos y asomada al Tajo y la ermita de San Andrés, al borde del pantano.

Si todavía te quedan más ganas de arte religioso, en las cercanías es de visita obligada el Monasterio cisterciense de Santa María de Monsalud, uno de los retiros medievales más importantes del entorno, el más antiguo y mejor conservado. Así que se puede pasear por de claustro al refectorio, pasando por las cocinas y las bodegas.

En un plano más terrenal y menos divino, la mejor panorámica del lugar la conseguimos desde el cerro de La Coronilla, que ofrece una impresionante vista y el Monumento al Corazón de Jesús, con más de 20 metros de altura. También, el pantano y sus alrededores ofrecen una variedad de actividad al aire libre y deportes acuáticos.

No obstante, y solo apto para los más aventureros, la Boca del infierno es uno de los parajes más emblemáticos de Sacedón. Esto se debe a un entorno en el que una vez que te conectas a la Vía ferrata eres parte de la roca, de los buitres volando a pocos metros de la pared y del agua que corre a los pies de la Vía.

Foto de portada | Ayuntamiento de Sacedón

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