Hay un pueblo de Alicante al que llaman la "Ibiza peninsular" y es una gema de la Costa Blanca que muchos adoran para sus vacaciones de verano. Hablamos de Jávea, que tiene mucho más que ofrecer más allá de su pueblo. Su litoral de acantilados de roca, aguas turquesas y costa escarpada esconde varias calas que vas a querer visitar seguro.
Olvídate de las chanclas, hazte con unas buenas Crocs para la playa y prepárate para patear costas y costas que parecen sacadas de una película paradisiaca. Desde playas de arena comodísimas para pasar el día hasta calas rocosas escondidas que muy pocos conocen. Y, para terminar, algunos de los mejores restaurantes de Levante están en Jávea.
Entre las mejores playas de arena para pasear y relajarse está la Playa del Arenal, que básicamente es la única que ofrece estas condiciones y es perfecta para toda la familia. Más allá de esta zona de Jávea, lo mejor es que nos preparemos para riscos, rocas y mucho pateo.
Los amantes de las calas de roca de difícil acceso que garantizan más privacidad y ausencia de multitudes se las van a gozar en la Playa de la Grava, Benissero, Cala de Portitxol, Cala de Moraig, la Playa La Granadella, toda la zona de Cala Blanca o la Cala Sardinera. Te creerás perdido en las costas baleares sin salir de la península (y sin pagar los precios de alojamiento de Mallorca).
Fotos | Eduardo Kenji Amorim y Emilio Sáez Soro vía Unsplash.
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