Este desconocido pueblo medieval de los Pirineos es perfecto para desconectar y uno de los más bonitos de Huesca según National Geographic

Puede que estés de vacaciones o quizás trabajando como estas almas que teclean al otro lado de la pantalla, pero sea como fuere, seguro que alguna vez en estos días de celebraciones familiares has soñado con tu próxima escapada. Si es así, nosotras ya tenemos el nombre de tu próximo destino, tú solo tienes que poner la fecha: ve poniendo rumbo a Torla-Ordesa, uno de los pueblos más bonitos de Huesca según National Geographic que es además ideal para desconectar del bullicio y la rutina.

Según la publicación especializada, esta pequeña localidad de tan solo 312 habitantes es el punto de partida perfecto para recorrer el valle de Ordesa, que fue modelado hace 15000 años por un glaciar. De hecho, los Pirineos oscenses representan el único lugar de nuestro país, donde aún se pueden admirar estas formaciones, las mayores del sur de Europa, que muy a nuestro pesar debido al cambio climático cada vez están más cerca de desaparecer.

Torla-Ordesa, su naturaleza y mucho más para desconectar

Torla-Ordesa pertenece al entorno del Parque de Ordesa y Monte Perdido, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. En el caso de que te apetezca marcarte una escapada en las que las actividades en exteriores que impliquen rutas de senderismo y excursiones estén muy presentes, algo lógico teniendo en cuenta este marco natural incomparable, te recomendamos, siguiendo los consejos de la página web de Turismo de Ordesa, que planifiques tu viaje para primavera o verano, ya que adentrarse en los caminos del parque durante el frío otoño o el gélido invierno solo es para valientes y, sobre todo, para aquellos que tengan experiencia al respecto, siempre siguiendo las directrices marcadas, claro.

Las semanas de buen tiempo también son perfectas para practicar deportes de aventura que se den en el medio acuático, ya que podrás disfrutar en la zona del rafting o del descenso de barrancos en el río Ara de acuerdo a la página Mágicos Pirineos.

Por otra parte, el precioso casco urbano medieval de Torla-Ordesa también merece su recorrido. Mira este aperitivo con el que nos hemos topado en Instagram:

Casco urbano medieval Torla-Ordesa.

Entre sus calles empinadas y empedradas en las que predomina el color gris y sus casas coronadas por tejados de pizarra destaca la Iglesia de San Salvador, un templo de estilo románico que se encuentra en el centro del pueblo. Sin embargo, de su estética original conserva poco, ya que fue renovada en el siglo XV. La estampa de este edificio religioso con el macizo de Mondarruego de fondo, con el que se identifica la localidad, es imperdible.

La peculiar tradición de carnaval de Torla-Ordesa

Si quieres tener una experiencia con la que mimetizarte de forma total con los habitantes de la zona, te recomendamos visitar Torla-Ordesa en carnavales, ya que es su fiesta más popular.

La tradición dice que todas las desgracias que se asocian con esta celebración previa a la Cuaresma es debido al "carnabal", que según se anuncia en la web del pueblo "se trata de una mezcla de oso y macho cabrío, encarnado por un joven de la localidad, ataviado con pieles, sacos y cuernos".

"En los días previos a la festividad, ronda las inmediaciones del pueblo hasta que es capturado por el personaje denominado "tenedor", una especie de cazador. Este lo paseará atado por el pueblo y el "carnabal" no cesará en sus intentos de huida y de amedrentar al público con su aspecto feroz. Un tribunal, al que se le conoce como de la Santa Inquisición, es el encargado de juzgarlo y condenarlo a muerte".

Fotos | John Morton vía Flickr y página web de Turismo de Ordesa

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