El precioso pueblo medieval, por el que pasaron los dinosaurios, que es de los más bonitos de España en invierno y casi desconocido

En lo que respecta a escapadas con encanto, Soria es la joya oculta de España. Sus orígenes medievales hacen que sea mucho más que esa tierra árida que Antonio Machado describió en unos famosos versos de 'Campos de Castilla' como: "llanuras bélicas y páramos de asceta, no fue por estos campos el bíblico jardín. Son tierras para el águila, un trozo de planeta por donde cruza errante la sombra de Caín". De este modo, en la provincia encontramos un ramillete de pueblos bellísimos y desconocidos para los turistas que son perfectos para viajar al pasado y desconectar del bullicio y el ajetreo.

Ubicado al norte de Soria, en una zona donde ya los dinosaurios dejaron impresas sus huellas, se encuentra Yanguas, uno de los pueblos más bonitos de España. De hecho, prueba de ellos es que está declarado Conjunto Histórico por su importante patrimonio. No obstante, a su belleza contribuye que esta villa forme un espectacular desfiladero salvado por un puente medieval de tres vanos de medio punto.

Bañado por el río Cidacos, la historia de Yanguas se remonta a culturas prehistóricas y a los pastores celtíberos. Después, se alternaron su dominio el Califato y los señores de los Cameros hasta que en 1134 pasó definitivamente a formar parte del Reino de Castilla. Además, como estuvo exento unos años del pago de portazgos, surgió en este lugar uno de los gremios más importantes de arriería medieval.

Herencia de aquellos tiempos son sus calles empinadas y empedradas, las plazas, los soportales, sus casas blasonadas y viviendas tradicionales, además del castillo y la muralla. Obvio.

Situado en el casco urbano de Yanguas, el castillo se construyó siguiendo las técnicas de tradición musulmana. Aún conserva todo su recinto interior de planta casi cuadrada y flanqueada por cuatro torreones, aunque deteriorado. En lo que respecta a la parte exterior, todavía subsisten tres caras.

Sin embargo, solo queda en pie una portada de acceso. Se trata de una puerta de mampostería, que es el único vestigio que nos ha llegado hasta nuestros días de la muralla de la Villa. Esto se debe a que quedó prácticamente destruido por las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia.

En la actualidad, el patio de armas se utiliza para todo tipo de actos culturales. Asimismo, en la Torre del Homenaje (que es la más grande) se exponen y se explican reproducciones de los documentos medievales del Archivo Histórico de Yanguas.

Podría parecer que solo con todo esto ya está más que justificada la visita a este pueblo de Soria, sin embargo, todavía hay más... Porque uno no se puede marchar sin contemplar el valle desde los espectaculares miradores. Además, en invierno es una maravilla verlo todo nevado. Destaca también, en el casco urbano, la parroquia de San Lorenzo y la de Santa María extramuros. Por último, unos restos muy especiales de lo que fue una iglesia y de las que solo queda la torre de San Miguel.

Foto de portada | Yandiek

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