Cadaqués es una de esas escapadas que hay que hacer una vez en la vida, un viaje inolvidable para todos los sentidos
Según los datos del comparador de vuelos Jetcost, cinco destinos españoles forman parte de la lista de los 14 más populares del continente. Además, el primer puesto también lo ocupa nuestro país. Por sus playas, su arquitectura, su naturaleza, sus caminos, hay un pueblo del norte de Cataluña que puede presumir de ser oficialmente uno de los más atractivos de toda Europa. Por algo Cadaqués es apodada “la Perla de la Costa Brava”.
Cadaqués probablemente sea la localidad de la Costa Brava más emblemática del litoral de Girona. No solo por su pintoresca playa, la riqueza de su gastronomía o la belleza de su naturaleza. Es, simplemente, un pueblo bellísimo que está repleto de historia.
Protegido por la Sierra del Pení, Cadaqués ha conquistado, durante años, no solo a los turistas, también a artistas tan importantes como Picasso; Buñuel o Salvador Dalí, que también pasaron por esta pequeña villa a orillas del Mediterráneo.
No obstante, su historia se remonta mucho más atrás porque Cadaqués fue uno de los puertos más importantes de la Península Ibérica en la Edad Media, así que, a principios del siglo X, comenzó a construirse a su alrededor un recinto amurallado y una fortificación que sirviera de protección contra invasiones y corsarios. En 1280 se terminó el llamado Castillo de Cadaqués del que, en la actualidad, no queda más que la ubicación, que corresponde a lo que ahora es el casco antiguo.
Otros puntos de interés que sí se mantienen en pie son la Iglesia de Santa María, situada en la parte más alta de la villa y de planta gótica tardía y altar barroco; la calle Es Call, una de las que tiene más encanto y belleza o Es Baluard y la torre de vigía que hoy es el ayuntamiento.
Incluso en pleno siglo XXI, a este pueblo blanco sigue sin llegar el transporte público y solo se puede acceder tras atravesar una carretera llena de curvas cerradas entre varias montañas. Una vez allí, sorprenden a los visitantes sus impolutas casas blancas con puertas y ventanas de color azul, su pequeña playa integrada en el casco urbano y las estrechas calles (algunas de ellas revestidas de piedras extraídas del mar y colocadas en forma de espiga en el suelo).
Por otro lado, pasear por “Las ribas”, paseos construidos en 1910 junto al mar, permite contemplar la arquitectura de esta zona de estilo modernista, como la Casa Serinyana, la más famosa de Cadaqués. Aunque la Plaça del Passeig es lugar de encuentro para este tipo de edificaciones y parada obligada. Del mismo modo, también lo es la Casa-museo de Salvador Dalí, situada en la bahía de Portlligat, al norte de Cadaqués. Allí es donde el artista construyó su casa-taller uniendo siete cabañas de pescadores. ¿Todavía te faltan más motivos para organizar una escapada?
Fotos | iStock
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