En Castellón, a medio camino entre la costa y la Sierra Espadán, el pueblo de La Vall d’Uxó se abre paso en un valle dedicado al cultivo de cítricos. Como muchos otros, puede presumir de tener un interesante patrimonio monumental aunque lo que lo hace realmente único es obra de la naturaleza y no del hombre. Y es que alberga el río subterráneo navegable más largo de Europa.
La villa se divide en dos núcleos: el barrio alto y la parte baja o Poble de Baix. En la parte alta se encuentran rincones de importancia como la Plaza del Ángel y la iglesia parroquial del Poble de Dalt. Aunque también es una maravilla recorrer las estrechas calles de origen árabe del barrio de L’Alcudia.
Por otro lado, el centro del Poble de Baix se sitúa en la Plaza de Sant Vicent, donde se encuentra la ermita del mismo nombre. El Carrer Nou es la arteria principal de este núcleo y conduce a otros lugares históricos como la plaza de la Asunción, donde se alza la iglesia del Poble de Baix o la histórica Fuente de los Chorros.
No obstante, el principal motivo por el que los viajeros se acercan a La Vall d'Uxó se encuentra en las afueras del casco urbano. Se trata de las cuevas de San José, donde se puede disfrutar de un recorrido en barca por el impresionante río subterráneo de San José y a pie por el interior de las galerías.
Tesoro de estalactitas y estalagmitas
La cova de Sant Josep o de la Font es un tesoro natural de estalactitas y estalagmitas recorrido por el río subterráneo navegable más largo de Europa. También representa la cavidad de mayor recorrido de la provincia de Castellón y la segunda de la Comunidad Valenciana.
Se trata de una cavidad que se desarrolló en el periodo del Triásico Medio y está compuesta en su mayoría por piedra caliza. Aunque se desconoce el origen del río y del final de la cueva. Es conocida y habitada por el ser humano desde hace unos 17.000 años.
Por lo tanto, ya fue conocida y explorada tanto por los íberos como por los romanos, tal y como demuestran los yacimientos arqueológicos allí encontrados. Desde pinturas que datan de la etapa final del Paleolítico Superior hasta grabados en la roca y una lápida dedicada al hijo del cónsul romano Marco Licinio Craso.
No obstante, en lo que respecta a nuestra época, no fue hasta 1902 que se realizó la primera expedición conocida de la cueva. A partir de ahí, a lo largo del siglo XX se irían dando pasos para habilitarla para las visitas y el paso de barcas. De este modo, para 1973 ya quedó conformado el recorrido actual.
Además, desde este paraje sale una importante red de senderos por las montañas que lo envuelven. Recorrerlos es descubrir su patrimonio compuesto por restos de fortificaciones y trincheras del bando republicano construidas en plena Guerra Civil Española. En definitiva, una excursión en la que es imposible aburrirse y que es apta para toda la familia.
Fotos | Generalitat Valenciana
En Trendencias | Las 32 escapadas románticas por España para hacer en pareja en las que quizá no habías pensado
En Trendencias | Cruïlla 2024: cartel definitivo, todos los tipos de entradas disponibles y qué se sabe de los horarios
En Trendencias | Los 14 grupos de música más famosos de los 90