Este es el pueblo medieval más feo de Burgos: 50 habitantes y un nombre que viene de un insecto de la zona

Alguien tiene que decirlo y me voy a atrever yo: aunque pueda parecer que sí, el hecho de que un pueblo sea medieval no es sinónimo de que sea bonito. En España tenemos infinidad de lugares que aún conservan su trazado y arquitectura original de la Edad Media, sin embargo, si todos fueran bonitos, ninguno lo sería. Por supuesto, ya sabemos que la belleza es subjetiva y, por eso, le hemos preguntado a Chat GPT, que todo lo que vertemos en Internet lo sabe, por cuál de todos es el más feo de Burgos.

Burgos es una de las provincias de España que todos asociamos a paisajes bonitos y buena gastronomía. Sin embargo, no todos sus rincones pueden ser tan impresionantes como Puentedey, Orbaneja del Castillo o Frías. De hecho, según ha analizado Chat GPT a través de los comentarios que la gente ha escrito sobre la zona, Quintanilla del Coco sería el pueblo medieval más feo de esta provincia castellanoleonense.

La IA explica que ha sido mencionado en distintas ocasiones como un pueblo menos atractivo en comparación con otros de Burgos. Esto se debería a que, aunque tiene su encanto rural, "no cuenta con grandes atracciones turísticas ni una conservación destacada de su arquitectura medieval como otros pueblos de la provincia, tales como Covarrubias o Frías".

Eso sí, aclara que eso no significa que sea feo per se, sino que al encontrarse en una región tan rica en patrimonio, hace que pueda pasar más desapercibido. Ubicado en la comarca de Arlanza, se trata de un pueblo pequeño en el que solo habitan unas cincuenta personas. Su nombre procede de Quinta pequeña y Coco, el nombre de un insecto que dio denominación a un antiguo pueblo hoy desaparecido.

Su construcción más importante es la iglesia parroquial de San Miguel. Un templo pequeño pero recogido que tiene dos portadas románicas y en cuyo interior se conservan también dos pilas bautismales del mismo estilo. Aunque siguiendo un camino a la derecha del pueblo se llega a la ermita de la Virgen de las Naves, patrona de Quintanilla.

La ermita es muy grande y se encuentra en un paraje natural que no está mal. Además, si dejamos el coche en la ermita y seguimos andando siguiendo el camino hacia una pequeña garganta que se divisa a lo lejos, se llega al Churrión. Se trata de una pequeña cascada que cuenta con abundante agua en invierno. Es un lugar reserva natural y refugio de aves rapaces (especialmente buitres), que limita al otro lado ya con el término de Tejada.

Foto de portada | Hovallef

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