La capital de Escocia es siempre una maravillosa opción a la hora de viajar, ya sea durante un fin de semana o a lo grande. Porque esta ciudad no tiene nada que ver con el Londres más masivo y cosmopolita. En Edimburgo todo viene en tamaño reducido, perdiéndonos por sus callecitas empedradas llenas de vida, disfrutando de sus pubs clásicos donde tomarnos una pinta o cogiendo el coche a las Highlands para parar en cada lago, montaña o barranco con caída al mar. Ya lo adelantamos, todo en Edimburgo tiene más magia.
Una ciudad repleta de cultura escocesa
Si hay algo en lo que Edimburgo saque matrícula de honor es en su arquitectura. Es una de las ciudades medievales más antiguas del mundo y aún conserva intactos muchos de sus edificios, estructura de calles y empedrados. Además, es uno de los pocos lugares a los que no llegaron los romanos, por lo que su diseño es diferente a casi todo el que vemos en capitales europeas.
Calton Hill
Esta colina que corona la ciudad de Edimburgo tiene las mejores vistas de la ciudad. Especialmente al anochecer, cuando podemos ver toda la Old Town a nuestros pies cubierta de niebla y luces de farolas, como si de un cuento se tratara. Allí arriba está el Monumento Nacional, el Monumento a Dugald Stewart y el más famoso de todos, el Monumento a Nelson.
Castillo de Edimburgo
Es el lugar más visitado de toda la ciudad y un absoluto imprescindible de cualquier viaje a Escocia. Lo encontraremos fácilmente, porque está en lo alto de una colina en el centro histórico, rodeado de acantilados en mitad de la ciudad que impiden el acceso. Solo se puede llegar por la empinada calle Castlehill, pero merece la pena la caminata.
Dentro encontramos el Cañón de la Una en Punto, la Capilla de Santa Margarita, la Piedra de Scone, el Mon’s Meg, el Cementerio de Mascotas, los Honores de Escocia, el Museo Nacional de Guerra y las prisiones antiguas. Además, en su explanada se celebra el desfile de la Royal Edinburgh Military Tattoo en agosto, con gaitas, luces y fuegos artificiales.
La Royal Mile
Es la calle más famosa de todo Edimburgo. Se trata de una avenida que cruza el casco antiguo de la ciudad desde el Castillo de Edimburgo al Palacio de Holyrood. Pasearla es un auténtico placer, viendo edificios antiguos, pubs tradicionales y callejuelas llenas de encanto, como closes (pasadizos cubiertos) o pends (callejones en pendiente que bajan de la colina del Castillo). Mide 1,8 kilómetros, el equivalente a una milla escocesa, de ahí su nombre. De aquí salen todos los free tours de la ciudad.
Palacio de Holyrood
Marca el final de la Royal Mile, con un interior barroco repleto de muebles y tapices antiguos. Fue construido en el siglo XII como residencia oficial de la Reina de Inglaterra en sus visitas a Escocia. Imprescindible visitar las preciosas ruinas de Holyrood, los restos de una abadía agustina que se mantienen en pie de forma muy misteriosa y mágica.
Dean Village
Si quieres escapar del alboroto del centro de Edimburgo, Dean Village es siempre la respuesta correcta. Se encuentra a solo 15 minutos paseando, pero lo cierto es que parece que estás a años luz cuando llegas allí. Se trata de una pequeña aldea a orillas del río Water of Leith, con casas de piedra, vegetación, puentes y tejados de cuento.
Catedral de St. Giles
Esta catedral fue construida en el siglo XII y la podemos encontrar en mitad de la Royal Mile, así que no tiene pérdida. En su exterior destaca su enorme aguja con forma de corona real, que le hace destacar en el skyline de este centro histórico. Merece la pena entrar para descubrir sus techos, el órgano, la estatua de John Knox y la Capilla del Cardo, la flor oficial de Escocia. Allí podrás pasar un buen rato en busca del único ángel de la iglesia que toca la gaita.
Victoria Street
Esta avenida también ha adquirido fama como una de las calles más bonitas de Edimburgo. Con permiso de la Royal Mile, por supuesto. Victoria Street comunica el puente de George IV con la plaza Grassmarket. Esta calle tiene dos niveles. En el primero hay restaurantes, se comunica con la Royal Mile y se separa del segundo con barandillas que asoman en forma de terraza. En el inferior están las casas de colores y tiendas diminutas. Se dice que este lugar inspiró a J.K.Rowling para crear el Callejón Diagon de Harry Potter.
Mary King’s Close
De todos los callejones ocultos y escondidos que conforman el laberinto de la Old Town, este es el más oscuro y famoso de todos. Situado en frente de la Catedral de St. Giles, este close del siglo XVII forma parte del subterráneo de Edimburgo, donde las leyendas de fantasmas, muertes inexplicables y cuentos de miedo ya son parte de la historia de la ciudad. Especialmente la de Mary King’s Close, donde se dice que murió la pequeña Annie y todavía podemos encontrar su fantasma allí.
Princess Street Gardens
Son los jardines situados bajo el Castillo de Edimburgo, desde los cuales sube desafiante el acantilado de este palacio. Fueron construidos en 1820 y marcan el límite entre la Old Town y la Ciudad Nueva. A su alrededor hay monumentos como la fuente Ross, la estatua de David Livingstone o el Monumento Scott, una aguja neogótica altísima con leyendas de miedo en torno a ella. Si vas en diciembre a visitar Escocia no puedes perdértelos, porque allí encontrarás mercadillos navideños, una noria gigante y una pista de hielo.
Cementerio de Greyfriars
Edimburgo es una ciudad repleta de cementerios, en los que sus habitantes hacen vida, pasean y hasta montan picnics como si de cualquier parque público se tratara. Este es el más famoso de la ciudad y cuenta con muchas historias que te harán querer visitarlo. Desde la leyenda del perrito Bobby hasta el fantasma de Mackenzie, la tumba maldita de los Covenantes y las lápidas de las que J.K.Rowling sacó muchos nombres de los personajes de Harry Potter, incluyendo Sirius Black o Tom Riddle.
National Musem of Scotland
El museo nacional de Escocia no es un museo cualquiera. En él podemos encontrar todo lo habido y por haber sobre la historia escocesa. Pero también hay ciencia y tecnología, expuestas de la forma más interactiva y entretenida posible. En él podemos encontrar hasta a la oveja Dolly disecada, cohetes espaciales y dinosaurios. ¿Lo mejor? Es gratis, ideal para los días de lluvia y para visitar su terraza con vistas a la ciudad.
Edimburgo es la ciudad perfecta para hacer tours turísticos
Olvídate de esos tours aburridos en grupo que se hacen en algunas ciudades. Porque en Edimburgo les dan mil vueltas. Ya sea con la historia de la ciudad como absoluta protagonista, sacando el máximo partido a la figura de Harry Potter o descubriendo todas sus historias de fantasmas, no querrás marcharte de la capital escocesa sin alguna de estas experiencias.
- Loch Ness. El viaje de un día a conocer el célebre Lago Ness es uno de los básicos de cualquier visita a Escocia. Incluye paradas en Glencoe para descubrir el lugar donde todo el clan McDonald fue aniquilado, además de visitas a las vacas con flequillo escocesas y a algún pueblo con encanto de las Highlands. ¿Te atreverás a acercarte a la orilla en busca del monstruo Nessy?
- Scotch Whisky Experience. Escocia y el whisky van de la mano. Por eso, si eres un forofo de este licor no puedes perderte esta experiencia audiovisual con la que conocer todos los secretos de la bebida.
- Camera Obscura. Podrás observar la ciudad desde mil espejos reflectores y sumergirte en un mundo de ilusión y efectos ópticos acompañados de luz y distorsiones. Se ha convertido en una de las atracciones turísticas favoritas de Edimburgo.
- El tour de Harry Potter. La autora de Harry Potter vive y ha escrito sus novelas en Edimburgo, tomando su inspiración de muchos rincones de la ciudad. Desde los nombres de los personajes a calles y hasta el tren de Hogwarts. Estos tours incluyen también visitas a la escuela George Heriot, influencia para las casas del colegio mágico; y a The Elephant House, la cafetería donde la escritora creó el primer libro. Date una vuelta por la Royal Mile, hay muchos free tours temáticos del joven mago.
- El tour de Outlander. Si hablamos de encanto y ficción no podemos dejar de seguir los pasos de Jamie y Claire Fraser por Escocia. Sus localizaciones están repartidas por toda la ciudad y hasta hay autobuses que llevan a las Highlands para ver sus castillos.
- El tour de los fantasmas. Al caer la noche, muchos de los free tours organizados en el centro de la ciudad se vuelven mucho más tenebrosos. Apúntate (si te atreves) para adentrarte en callejones oscuros, conocer leyendas de brujas y hasta meterte dentro de una tumba.
La (buena) fiesta de Edimburgo se monta en los pubs
Edimburgo es historia, es naturaleza y es pasear sin dejar de mirar a todos lados. Pero la esencia de la ciudad también está en sus pubs, donde tomarte una pinta de cerveza o un whisky a ritmo de buena música, una buena partida de dardos y mucha marcha a la escocesa. Estos son los pubs donde te podrás sumergir en la noche más típica de la ciudad.
- The Royal Oak. Es uno de los más famosos de la ciudad, porque permite disfrutar de tu cerveza mientras escuchas música tradicional escocesa en directo, gaiteros incluidos.
- Deacon Brodies’s Tavern. Situado en la Royal Mile, este pub debe su nombre al célebre personaje de la tradición escocesa William Brodie, un buen hombre durante el día que salía a robar por la noche. Sus fiestas hasta arriba de locales avalan la calidad del lugar.
- The Sheep Heid Inn. Tomarse una pinta de cerveza en el pub más antiguo de Escocia es algo que se hace desde 1360: fiestón con mucha historia.
- Indigo Yard. Sus cervezas son famosas por estar riquísimas y en verano se pueden tomar en el jardín, escondido en uno de los callejones de la ciudad.
- The Dome. En Edimburgo aprovechan los edificios históricos a fondo, con muchos bares dentro de iglesias o construcciones creadas con otra finalidad. Este está en la antigua sede del Bank of Scotland, permitiéndonos bailar y darlo todo bajo una enorme cúpula de inspiración griega.
- The Last Drop. Su historia es algo tétrica, porque era el lugar donde los que iban a ser ejecutados se tomaban el último trago.
No te vayas sin probar la gastronomía escocesa
Estos pubs no están solo para beber y pasarlo bien. También son el equivalente a nuestros bares españoles, siendo la mejor opción para comer bueno y barato en cualquier lugar de la región. Estos son los sitios donde podrás probar los haggis típicos escoceses, el fish and chips más famoso e incluso hamburguesas para chuparse los dedos.
- The Elephant House. Es el lugar donde J.K.Rowling pasó más horas escribiendo su historia de Harry Potter. O, al menos el que más famoso se ha hecho, porque hay otro pub que clama ser la cuna del joven mago. Sin embargo, en The Elephan House podrás probar la tarta de limón favorita de la escritora, sentarte en su mesa y visitar el baño con más graffitis dedicados a Harry.
- The Standing Order. Su comida es buena y barata, con una carta de platos sencillos. Pero lo mejor de este pub es que está situado dentro de un antiguo banco de techos altísimos.
- Greyfriars Bobby Bar. Justo detrás de la estatua del famoso perro está este bar donde puedes probar la comida más típica de Edimburgo, los haggis.
- The World’s End. Es uno de los pubs más antiguos y conocidos de Edimburgo, por su ambiente distendido y escocés. Allí es obligatorio probar su hamburguesa gourmet, exquisita y a precios muy económicos. También tienen ensaladas y sándwiches, por si buscas algo más light.
- Oink. Situado en Victoria Street, es imposible que este local pase desapercibido con ese cerdo entero en su escaparate. Allí hacen el bocadillo de cerdo asado escocés más famoso, que consigue colas de horas de gente que quiere probarlo. Mejor ir pronto, cuando se acaba el cerdo cierra el local.
- Union of Genius. Es el lugar ideal para un día de lluvia en Edimburgo, porque su especialidad son las sopas de todo tipo. Para reconfortar el cuerpo, entrar en calor y seguir trotando por la ciudad.
- The Baked Potato Shop. Parece sencillo, pero mueve masas. Y es que este local diminuto en la Royal Mile se ha especializado en patatas asadas rellenas de distintos ingredientes, ¡ñam!
- Howies. Restaurante perfecto para degustar la gastronomía escocesa. Puede ser un poco caro, pero tienen un menú al mediodía de dos platos por 12 libras. El de Calton Hill es el más bonito, luminoso y elegante.
- Whiski Bar. Este pub tradicional cuenta con música escocesa en directo y una carta con todos los clásicos de la región, desde haggis a hamburguesas y fish and chips.
- The Royal McGregor. Otro pub tradicional, como manda una buena escapada turística. Aquí te recomendamos probar los clásicos escoceses. Pero, sobre todo, catar alguno de sus whiskies.
Fotos | Unsplash.
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