Cuidado, como dice el anuncio, que tocar toca. Y si eso ocurre y hoy eres una de las personas agraciadas con la suerte quizá te plantees comprarte una casa. O como soñar es gratis, pero totalmente gratis, siempre puedes pasarte la mañana elucubrando en qué lugar del mundo te comprarías una casita si tuvieras un décimo premiado (o un porrón, en algunos casos).
Un casa a lo Mamma Mia en una isla griega
Pintada enteramente de blanca y con las contraventanas de un azul perfecto y puro, con vistas al Mediterráneo y rodeada de olivos. Un lugar en el que sentarse cada atardecer a contemplar las increíbles vistas. Desde 200.000 euros se pueden encontrar auténticas maravillas.
Una casita en la campiña inglesa como la de The Holidays
Como sacada de un cuento infantil o de una postal de Navidad, rodeada de un paisaje encantador y con un fuego crepitando siempre en la chimenea. Si aparece por allí de vez en cuando Jude Law, mejor que mejor. Desde poco más de dos millones de euros se puede adquirir una encantadora casita en los Cotswolds, una zona rural idílica en Inglaterra.
Un penthouse en Nueva York
Increíblemente moderno y elegante. Y con vistas a la ciudad que nunca duerme y acceso cercano a un buen local en el que desayunar cada mañana bagels con salmón y queso Philadelphia. Hay que ganar mucho más que la lotería de Navidad para hacerse con una casa de estas características: desde 62 millones aproximadamente.
Una casa bohemia en Notting Hill en Londres
Encantadoramente caótica, colorista y con un punto excéntrico, pero en el centro de una de las ciudades más increíbles de todo el mundo y con acceso a todos los museos, restaurantes, locales de copa y, por supuesto, a todas las tiendas. La broma puede salirnos por unos 2 millones de euros.
Un piso con vistas a la playa de Positano
Sentirse como en unas vacaciones eternas callejeando cada día por sus calles coloristas y saboreando increíbles platos de pasta mientras el sol te calienta las mejillas.
Un romántico ático en París
Y si es con vistas a la Torre Eiffel mucho mejor. De la B.S.O. de La vie en rose nos encargamos nosotros. Algo así de maravilloso se puede conseguir con un presupuesto superior a los 2 millones de euros.
Una casa a orillas del Lago Como
Tener de vecino a George Clooney puede parecer una ventaja, pero es lo de menos si lo comparamos con las vistas de los que viven a orillas de este paraíso. Una preciosa mansión de esas características puede llegar a costar 15 millones de euros.
Un piso con Lisboa a tus pies
Con el mar Atlántico en el fondo no nos importaría levantarnos todas las mañanas y tomarnos un café con la capital de Portugal a nuestros pies. La que más nos ha gustado supera los 11 millones de euros.
Una cabaña en Bora Bora
Un lugar perdido en el mundo, donde solo llegue el rumor de las olas y la brisa marina y huela a cocos y a flores tropicales. Por poco más de 8 millones de euros te puedes comprar tu propia casita con vistas al mar y una pequeña parcela.
Una típica "casita" de L.A.
Quien dice una típica "casita" dice un "casoplón" con habitaciones inmensas y bien decoradas, una piscina casi de tamaño olímpico y unos vecinos a los que les asaltan los paparazzis día sí y día también. Estos son palabras mayores, porque por debajo de los 4o millones euros no vemos nada de nada.
Una casa con una habitación con vistas... a Roma
La Ciudad Eterna ofrece unas vistas aún más impresionantes desde las alturas y contemplando un mar de tejados pertenecientes a impresionantes estilos arquitectónicos. A partir de 2 millones de euros podemos encontrar opciones muy valiosas, pero la que más nos ha gustado ni siquiera pone el precio.
Un piso señorial en Viena
Calificada como una de las mejores ciudades del mundo para vivir, seguramente por algo más que su majestuosidad, su elegancia, su limpieza y la típica tarta Sächer, que aquí puedes comer a diario. Desde 3 millones de euros hay pisos muy señoriales en los que invertir.
Fotos| The Holiday, Megaricos, Pexels.com, Lakecomoluxury.com, Airbnb
En Trendencias|11 hoteles que nos han enamorado a través de sus cuentas de Instagram
