Si estás pensando en hacer una escapada a la española y te horroriza el nivel de turismo excesivo que tienen Madrid o Barcelona, tenemos la alternativa barata, sin masificación y con tantísima belleza que te costará superarlo. Te recomendamos ir a Córdoba y descubrir su Patrimonio de la Humanidad, sus barrios y sus monumentos. Lo tiene todo, menos turistas.
Córdoba es un soplo de aire fresco en la vorágine de turistas que cae sobre el territorio español cada año. Es una ciudad muy agradable para pasear y descubrir con calma y sin tener que coger coche o autobús, al ritmo pausado que siempre contagia Andalucía. Sus calles son hermosas, todo está cerca y las temperaturas medias en otoño rondan los 20ºC, así que ni frío ni calor asfixiante.
Qué ver en Córdoba: los imprescindibles
Esta localidad está a la altura de otras ciudades como Toledo, Ávila o Barcelona. Cuenta con cuatro patrimonios reconocidos por la UNESCO. El primero de ellos es el emblema de la ciudad, la Mezquita Catedral de Córdoba, una joya arquitectónica que mezcla gótico, barroco, renacentista y mudéjar y cuyo Patio de los Naranjos parece el paraíso en la tierra, bañado por el sonido suave del agua de sus fuentes.
Mezquita Catedral de Córdoba
No solo la Mezquita está reconocida como Patrimonio de la Humanidad. También el centro histórico que la rodea, con sus callejuelas y patios. Además, la UNESCO ha reconocido también la Fiesta de los Patios que tiene lugar en mayo, cuando las viviendas adornan sus patios interiores con plantas y flores para que todos los visitantes los disfruten.
Medina Azahara
El último monumento en entrar en la selecta lista de la UNESCO son las impresionantes ruinas de Medina Azahara, un conjunto arqueológico que sirve de testigo del Califato de Córdoba y en el que se puede palpar aún todo el esplendor de la antigua ciudad.
Alcázar de los Reyes Cristianos
Más allá del Patrimonio reconocido, Córdoba tiene muchos otros rincones icónicos por descubrir. Y vacíos, algo que jamás te pasará en Barcelona. Por ejemplo, el Alcázar de los Reyes Cristianos, donde Cristóbal Colón presentó su proyecto para llegar a las Américas. Además de su historia, los jardines del Alcázar son el ejemplo perfecto de calma y paz, con fuentes y flores que te harán sentir en un cuadro de Sorolla.
Otro planazo es perderse por el barrio de la Judería, con sus calles estrechas, llenas de plantas y recovecos por descubrir. Pasa por la Calleja de las Flores, donde cada rincón parece sacado de una postal. Hablando de postales, no te olvides de cruzar el Puente Romano y mirar hacia la mezquita-catedral con el Guadalquivir a tus pies. Y ya que estás ahí, visita la Torre de Calahorra, que vigila el extremo de este puente.
Puente Romano
¿Lo mejor de todo? Todo está tan cerca que no necesitas más que un fin de semana, ganas de patear y de descubrir una de las ciudades más bellas y con más historia de España. Córdoba en otoño es EL planazo en mayúsculas.
Fotos | @turismodecordobaesp, Wikipedia Commons.
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