Me fui sola a Marrakech en busca de las vacaciones it del momento: esto es todo lo que hice

A menos de dos horas de avión de España, Marrakech es un destino exótico y a la vez muy cercano. Era mi primer viaje sola y quería una escapada inolvidable en la que visitar jardines de ensueño, palacios, hacer compras sin parar, disfrutar de su deliciosa gastronomía y tomar ese tipo de fotos que quedan ideales en Instagram. Y con Marrakech acerté de pleno.

Esta preciosa ciudad de Marruecos me ha enamorado para siempre y me ha convencido de que es un destino amable, seguro incluso para viajar sola, y con muchas cosas para ver y descubrir.

Dónde alojarte en Marrakech

La mejor opción es optar por un Riad dentro de la medina. Pequeños hoteles de pocas habitaciones que son un remanso de paz en medio del bullicio de la ciudad. Muchos disponen de pequeñas piscinas para refrescarse, y de terrazas donde relajarse.

Además, los precios son bastante asequibles y ofrecen desayuno incluido. 

  • Riad da Vinci. Esta fue mi opción de alojamiento en Marrakech: bien de precio y decorado con mucho gusto. Un lugar coqueto y con encanto, decorado al estilo marroquí, y con personal muy amable que habla español. Me encantó bañarme en su piscina, cenar contemplando el atardecer en su terraza y disfrutar de la increíble experiencia de un hamman. Precio: Bajo.
  • Riad Jardin Secret. Imposible no hacerse una foto en el columpio de su terraza. Estos alojamientos decorados con estilo están repletos de lugares ideales para descansar y maravillarse con su encantadora decoración. Te costará encontrar disponibilidad porque es uno de los más demandados. Me lo apuntaré para la próxima vez. Precio: Medio.
  • Hotel La Mamounia. Sus famosas columnas son el espacio perfecto para que las instagrammers se tomen una foto bonita. Es un hotel de lujo, situado cerca de la mezquita Koutoubia y de la plaza Jamma el Fna. Precio: Muy alto.

Qué ver en Marrakech

  • Imposible no empezar la visita a Marrakech por otro lugar que no sea la Plaza Jemaa El Fna. Un lugar que va cambiando según pasan las horas, por las mañanas puedes tomar un zumo de naranja por unos 40 céntimos y por las noches disfrutar de su ambiente y de puestos callejeros de comida. Siempre hay algo interesante y curioso que ver. Tomar un té desde alguna de las terrazas que lo rodean es toda una experiencia. 
  • El Zoco. El mercado es uno de los sitios para dejarse atrapar por el encanto de Marrakech. Aunque está agrupados por gremios, es imposible no perderse en sus laberínticas callejuelas. Prepárate para regatear todos los precios que te ofrezcan y para que alguien se ofrezca "amablemente" para llevarte a algún sitio (aunque tenía que pagar propina por ello, a veces merecía la pena para llegar a lugares que sino sola no habría sido capaz de encontrar). Los mapas no me sirvieron de nada (los nombres de las calles no están indicados), y lo único que pude utilizar fue la app maps.me que se puede descargar y utilizar offline.
  • Plaza Rahba Kedima o plaza de las especias. Una plaza con mucho encanto donde comprar cestos de paja, alfombras, especias...
  • Mezquita Koutoubia. Es la mezquita más alta e importante de Marrakech. No se puede visitar si no eres musulmán, pero esta construcción (que sirvió de inspiración para la Giralda), te impresionará también desde fuera.
  • Jardines. Gracias a la sombra de sus palmeras y árboles exóticos y a sus fuentes, hay dos jardines que te maravillarán por lo bien cuidados que están y la calma que transmiten. El Jardin Majorelle, comprados en 1980 por Yves Saint Laurent, y Le Jardin Secret. Dos de mis sitios favoritos.
  • Palacios. Perfectamente conservados y restaurados, hay varios puntos que merecen la visita para disfrutar de sus coloridos mosaicos, impresionantes puertas y techos de madera tallada, y sus espléndidas estancias. El Palacio Bahia, construido en el siglo XIX, es el más visitado y concurrido, y el Palacio El Badi, data de finales del siglo XVI y está en ruinas, pero sus dimensiones me dejaron impresionada.
  • El museo de Marrakech, ubicado en un palacio, dispone de cerámica, armas, alfombras y otros objetos tradicionales de Marruecos, así como de un hamman tradicional. 
  • Las tumbas saadíes, descubiertas en 1917, datan del siglo XVI. Sus mosaicos y las habitaciones de las columnas son preciosos.
  • Madraza Ben Youssef. Es un colegio o escuela musulmana de estudios religiosos del siglo XVI. Actualmente está cerrada por reformas y no pude visitarlo, así que ya tengo excusa para volver. 
  • Dar El Bacha o Museo de las Confluencias. De reciente apertura y ubicado en palacio tradicional, aún no figura en muchas guías, lo que permite visitarlo con calma y sin aglomeraciones. Se convirtió en uno de mis lugares favoritos. Actualmente tiene una exposición temporal dedicada a la colección de caftanes de Yves Saint Laurent.
  • Museo de Yves Saint Laurent. Pierre Bergé quiso crear un museo dedicado al diseñador en esta ciudad que tanto le marcó. Me decepcionó un poco porque la colección no es muy amplia, pero si eres fan de la moda, no puede faltar en tu visita a Marrakech. Se encuentra situado junto a los Jardines Majorelle.
  • Tampoco puedes marcharte sin disfrutar de un hamman tradicional con masaje y envoltura en aceites en alguno de los Spas que hay por toda la ciudad como El Hamman de la Rose. Yo aproveché la comodidad de que había spa en mi riad, y por unos 23 euros pude disfrutar de la experiencia Hamman Parfums D'Orient, con 45 minutos de baño turco, exfoliación de la piel y masaje con siete aceites esenciales con perfume que te dejan como nueva.

Dónde comer en Marrakech

  • Restaurante Dar Moha. Moha Fedal, uno de los cocineros con más renombre en el país, lleva la cocina de este restaurante que se sitúa en un riad maravilloso. En mi viaje low cost, se quedaba fuera de mi presupuesto.
  • Nomad. Lo mejor son sus vistas a la Plaza de las Especias.
  • Le Salama Marrakech. Otro lugar que te embriagará con su exquisita decoración.
  • Café Atay. Puede presumir de las mejores vistas de la ciudad. Espero poder ir la próxima vez que visite Marrakech.
  • Terrasse des Epices. Otro de los lugares it de la ciudad.
  • La Fermé Medina. Me gustó mucho este local tranquilo, decorado con gusto, con música en directo y que sirve las típicas especialidades marroquíes. 
  • Si quieres disfrutar de la gastronomía marroquí, prueba la pastilla (un pastel de hojaldre con pollo, lechuga, cebolla, al que se le añade el sabor dulce del azúcar y la canela, la mezcla es impresionante), el couscous, los tajines (de pollo al limón o de ternera con ciruelas), los pasteles de postre, hechos con almendras, y la variada comida vegetariana con la que cuenta su rica gastronomía. A mí se me conquista por el estómago y en Marrakech se come bien y a buen precio.

Excursiones desde Marrakech

Aunque Marrakech se puede recorrer en dos o tres días con calma, si planeas un viaje un poco más largo puedes realizar alguna de las excursiones más cercanas al desierto de Sáhara, a la ciudad costera de Esauira, o a las cataratas de Ouzoud si quieres prolongar aún más tu estancia.

Con el calor de agosto, no quiso aventurarme a hacer excursiones que fueran demasiado paliza. Quizás mejor hacerlas en otra época del año. Además, en todos los viajes me gusta dejarme cosas por hacer, así tengo la excusa perfecta para volver. Y Marrakech, desde luego, merece ser visitado más de una vez.

Fotos | Instagram @leoniehanne, Marwane El Ouakil on Unsplash,  Raul Cacho Oses on Unsplash
 

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