A lo largo y ancho de la geografía de Europa, son muchos los castillos impresionantes que nos ha dejado nuestra rica historia. Sin embargo, puede que no sepas que el más famoso (y bonito) se encuentra en España. Y, podemos asegurar que ostenta dicho título porque ha servido de inspiración a las fortalezas más icónicas del cine y la televisión.
Para empezar, el Alcázar de Segovia inspiró en 1935 inspiró a Disney para el diseño del castillo de 'Blancanieves y los siete enanitos', la que fue la primera película de animación de la historia. Después, fue una de las localizaciones del largometraje de Orson Welles, 'Campanadas a medianoche'. Hasta ha aparecido en uno de los episodios de 'Los Simpson'...
Gracias a su apariencia de palacio de cuento de hadas, la imagen del Alcázar de Segovia ha dado la vuelta al mundo sin que muchos sepan que se trata de un monumento español. Hecho de gustos arquitectónicos de distintos monarcas, el castillo se eleva sobre la roca en la confluencia de los valles del Eresma y el Clamores, como guardando la ciudad.
Luis Antonio Fernández Corral
Aunque es austero, como lo eran los reyes castellanos, su Torre del Homenaje es de gran belleza y, a menudo es comparada con la proa de un barco navegando entre los ríos. Actualmente, el Alcázar es el símbolo de la ciudad vieja de Segovia y está declarado Patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1985. No obstante, su último título es haber sido nombrado el castillo más bonito de Europa por 'National Geographic'.
Antaño, el castillo fue elegido como lugar de residencia por muchos de los monarcas de la dinastía Trastámara. Aunque sus estancias también fueron lugar de reposo de Alfonso X el Sabio (1221-1284), el rey astrónomo. Además, de ellas salió, el 13 de diciembre de 1474, Isabel la Católica para ser proclamada y en su capilla se celebró la misa de velaciones del casamiento de Felipe II y Ana de Austria.
Pacodonderis
Sus orígenes se remontan al siglo XII, como palacio y fortaleza de los reyes de Castilla. No obstante, a partir del siglo XVII y durante un par de siglos, se le dio usó como prisión. En 1762, Carlos III fundo allí el Rial Colegio de Artilleria y, más tarde, se inauguraría un laboratorio de química en el que trabajó el químico francés Louis Proust. El 1862, algunas partes se vieron afectado, pero se reconstruyeron siendo fieles al modelo original.
Foto de portada | Anglas
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