Un pueblo con arquitectura medieval perfectamente conservada de la Reconquista y un espacio natural idílico en la orilla del río Duero
Toda la península está repleta de pueblos medievales encantadores y perfectamente conservados, fruto de la rica herencia histórica de España. Hay algunos tan alucinantes que han alcanzado fama internacional, como Buitrago de Lozoya o Sigüenza. Pero otros pasan desapercibidos y ningún turista los visita. Ahí radica, precisamente, la magia de esta pequeña localidad de menos de 100 habitantes pegadita a Madrid.
El pueblo se llama Maderuelo y es un pintoresco rincón escondido de Segovia que aún no está explotado de sobreturismo. Por eso garantiza la desconexión auténtica en medio en un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, entre arquitectura medieval perfectamente conservada de la Reconquista y un espacio natural idílico en la orilla del río Duero.
Qué ver en Maderuelo, Segovia
Entre sus callejuelas estrechas se respira la nostalgia del medievo, con fachadas que fueron levantadas hace más de diez siglos. Entre ellas destacan los restos de sus murallas y el Arco de la Villa, la entrada al pueblo, ubicada al oeste de la localidad y con enormes puertas de madera que recibe a los visitantes por todo lo alto.
Lo primero que vemos al entrar es la imponente iglesia de Santa María del Castillo, de estilo mudejar y con detalles románicos y califales. Su espadaña se vislumbra en la distancia. Está ubicada en la plaza del mismo nombre, un lugar perfecto para relajarse, tomar algo en algunas de sus terrazas y disfrutar de mercadillos y festividades locales.
Otro de los mayores orgullos turísticos de Maderuelo es la Ermita de la Vera Cruz. Se trata de una ermita templaria que fue declarada Monumento Nacional en 1924 y cuyos frescos originales ahora residen en el Museo del Prado, por tratarse de una de las joyas pictóricas más importantes de la historia de la Península Ibérica.
Por supuesto, no hay pueblo medieval sin Castillo. En el caso de Maderuelo quedan muy pocos restos de su antigua fortificación, como el Torreón del Castillo. Se puede subir para disfrutar de una panorámica de la zona, con el embalse de Linares del Arroyo o las Hoces del río Riaza, una zona de especial protección para las aves que se ha convertido en un paraíso para los amantes del senderismo.
Por último, pero no menos importante, están los dos puentes que cruzan el pantano para acceder a Maderuelo. Hay dos, el Puente Viejo que solo aparece cuando baja el nivel del agua del embalse; y el Puente Nuevo, construido en paralelo y más alto para que sea practicable siempre.
Lo ideal para descubrir Maderuelo es perderse en sus callejuelas adoquinadas y dejarse sorprender, porque hay historia y detalles medievales en cada esquina. No en vano, este pueblo de Segovia fue declarado Bien de Interés Cultural y uno de los Pueblos más bonitos de España.
Imágenes | iStock, Turismo de Segovia, Wikipedia Commons, Patrimonio Maderuelo.
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