Si estás pensando en viajar a Asia, puede que Taiwán haya escapado a tu radar de destinos favoritos, eclipsada por otros gigantes como Japón, Vietnam o Indonesia. Pero esta pequeña isla tiene muchísimas sorpresas por descubrir, es mucho más barata que sus vecinos asiáticos y se come de lujo. ¿No sabes si prefieres grandes metrópolis o paisajes selváticos? No tendrás que escoger, en Taiwán tienes ambos.
Visitar Tapei, la capital del futuro
La gran capital de este país chino parece sacada de una película futurista, con una maraña de luces de neón y rascacielos apelotonada entre montañas de bosques verdes. Entre todos ellos se erige hacia el cielo el Tapei 101, el edificio más alto de todo Taiwán. Imposible pasar por la ciudad sin visitar el Museo del Palacio Nacional, el Puente Arcoíris o uno de sus múltiples mercados nocturnos, bajo farolillos y luces de colores.
Descubrir Kaohsiung, la ciudad más colorida de Taiwán
Taipei es la capital, pero no tiene el monopolio de las ciudades molonas en Taiwán. Si estás de viaje por la isla, la agradable Kaohsiung te alegrará la vista. Por sus colores saturados e intensos, por sus Pagodas del Dragón y del Tigre en mitad de un lago, por la vida nocturna que tiene y por su famosísima estación de metro de Formosa, una de las más bonitas del mundo. Y, por supuesto, por el museo Fo Guang Shan Buddha, repleto de pagodas y un buda dorado gigantesco.
Rainbow Village, el pueblo arcoíris
La historia de este pueblo es de auténtica fantasía. Todo nació del sueño de la infancia de un hombre, que decidió que el pueblo militar en el que vivía era demasiado aburrido y sobrio. Así que tomó los pinceles y coloreó todo el barrio, continuando su labor hasta día de hoy. El nivel de detalle, el cuidado con el que ha dibujado cada imagen y el efecto óptico con este bombardeo de color es algo para ver en directo.
Wulai, la aldea indígena donde querrás bañarte
Esta localidad está muy cerca de Taipei, al sur de la ciudad nueva. Es el hogar de los Atayal, pero se ha hecho famoso a nivel internacional por tener las mejores fuentes termales de todo Taiwán. Por eso se ha convertido en una escapada de día perfecta para desconectar del ajetreo de la ciudad, darse un baño caliente rodeado de naturaleza, hacer caminatas por el bosque e incluso acampar al aire libre. Por supuesto, el souvenir de arte indígena es casi mandatorio.
Lukang, para recordar la grandeza de China
Es la segunda ciudad más antigua de la isla, conocida por su maravillosa cocina y su arquitectura tradicional china. En el pasado fue un importante puerto de entrada y salida, una grandeza que aún se percibe en sus edificios históricos, que se mantienen intactos a pesar de ser tan antiguos. En Lukan hay más de doscientos templos, así que los amantes de la historia no tendrán tiempo de aburrirse.
Los amantes de la naturaleza suspirarán por Taroko National Park
De las ciudades y pueblos nos vamos a la montaña, porque Taiwán presume de orografía a lo grande. Entre todos sus parques nacionales (que son muchísimos) destaca Taroko National Park. Especialmente por su desfiladero, en el que podemos encontrar cascadas y rápidos que escarvan la roca procedente del río Liwu. ¡Hasta podremos darnos un baño en las cascadas Baiyang!
Sun Moon Lake, el lago donde se encuentran la luna y el sol
Este lago se encuentra situado en el centro de la isla y es uno de los más grandes de Taiwán. Una masa de agua de 30 kilómetros en la que podemos apuntarnos a tours de barco o alquilar bicicletas para recorrer la zona, repleta de hoteles y resorts. ¿Qué tiene de especial este rincón? Su atardecer, como su propio nombre ya apunta, es espectacular y el más famoso de todo el país.
Ir a Wanli UFO Village y sentirse como en Marte
Amantes de la ciencia ficción, poned muchísima atención. Porque en Taiwán hay un pueblo abandonado con casas en forma de OVNI. Se trata de un antiguo resort hotelero que ahora ha sido vaciado, dejando la zona vacacional totalmente desolada. El resultado es un pueblo fantasma repleto de misterio donde las fotos de Instagram pueden resultar alucinantes.
Probar toda la comida típica taiwanesa y comer hasta hartarse
Si Taiwán brilla por algo, además de sus luces de neón, es por su comida. Especialmente la callejera, al alcance de cualquiera que se dé un paseo por alguna de sus grandes ciudades. Trae tu apetito, porque podrás probar los bubble tea originales, los noodles de carne, tortitas de cebolleta, sus bollos de cerdo picante o el pastel de piña. Y, por supuesto, los baos, típicos de este país y famosos en todo el mundo.
Fotos | Unsplash.
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