Parece la Toscana pero está en España, a una hora y media de Barcelona, y tiene hasta su torre de Pisa

Hay rincones de España que nos hacen sentir que estamos en otra parte del mundo. Por ejemplo, el Salto de Nervión a muchos les recuerda a Islandia; este valle a dos horas de Huesca podría pasar por un paraje neozelandés; incluso a una hora de Madrid tenemos una pequeña Provenza francesa. No obstante, si lo que te pide el cuerpo es un poco de Toscana italiana, no te puedes perder lo que Urgell tiene que ofrecer en Lleida.

Situada en la zona norte de Italia, la Toscana es un destino conocido en todo el mundo por la belleza de sus paisajes dorados, su abundante historia y su espectacular arquitectura tradicional. Es una región que te hace retroceder en el tiempo a épocas de calles empedradas entre murallas. Todo esto es algo muy similar a lo que sucede en una de las comarcas más genuinas del interior de Cataluña.

De hecho, la televisión ha estadounidense eligió el Urgell para rodar un episodio de la serie 'Dr. Death’ que transcurre en la famosa región italiana. Alejada del ruido de los núcleos turísticos, Urgell es un lugar perfecto para quienes buscan calma, paisajes auténticos y un entorno que conserva su genuinidad.

No obstante, la comarca se pueden distinguir zonas físicamente muy diferenciadas entre sí: el valle del río Corb, la cuenca del río Ondara, la ribera del río Sió y el sector de la llanura del Urgell. Cada uno de ellos tiene un carácter propio y aporta unos rasgos paisajísticos singulares. Aunque en todos el viajero encuentra una gran variedad de patrimonio natural, cultural y humano que hace difícil definir esta comarca en pocas palabras.

Por aquí han pasado muchas civilizaciones que han dejado su huella en forma de arte, cultura o leyendas. Desde el neolítico, los íberos, los romanos, los árabes, pasando por los judíos, los Trastámara o los reyes desde la Corona de Aragón. Hacia el siglo XIV ya existía población en estas tierras, aunque hubo una peste de la que la población se resintió. En 1857 se realizó el primer censo con la técnica moderna y que contó 31.578 habitantes en la comarca.

Actualmente, a excepción de Agramunt; Bellpuig y Tàrrega, la mayoría de los núcleos habitados del Urgell son poblaciones rurales que no llegan a los 2.000 habitantes. El río (o los ríos, porque son varios) forman una parte importante del hábitat y el paisaje. También se pueden ver restos de molinos harineros que daban servicios a los pueblos, aprovechando la fuerza de la corriente del río.

En el interior de la comarca sobresale la sierra de Almenara, de 459 metros de altitud, y también abundan las colinas redondeadas y las sierras alargadas, generalmente en dirección este-oeste. Al norte se encuentra la sierra de Montclar, de 470 metros y por el límite del sur está la sierra del Tallat a 787 metros de altitud. No obstante, el lugar más prominente es el del Tossal Gros a 803 metros en el término de Vallbona de les Monges. Aunque, en general, el paisaje es muy suave y los relieves poco acusados.

No obstante, además de los típicos planes de cualquier pueblo con encanto, uno de los más curiosos que ofrece Urgell son las rutas que exploran el bandolerismo que imperó en el Urgell de los siglos XV y XVII. Familias con disputas seculares, odios, envidias y revanchas que estallaban violentamente. Alcaldes corruptos, vegueros parciales y parientes que se unían a las cuadrillas de los bandos en guerra...

Aunque, volviendo a su parecido con la Toscana, otro detalle muy curioso es que tiene hasta su propia torre de Pisa. Se trata de la torre de la iglesia de Santa Maria de Vilagrassa, conocida popularmente como la torre de Pisa catalana por su llamativa inclinación.

Foto de portada | MarcGC

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