A pesar de la limitación de personas en las Islas Cíes, todavía hay muchos incumplimientos de las normas
Bueno, vale, no soy gallega. Pero mi madre, mi marido y mi hijo sí lo son, vivo en Vigo y tengo nombre gallego. Así que me doy la nacionalidad honorífica a mí misma. Todo esto, para justificar mi placer en que se regule la entrada a las Islas Cíes donde se encuentra la mejor playa del mundo. Que no lo digo yo, lo dicen los medios británicos.
Y es que, tanto The Times el domingo pasado, como The Guardian en 2007, han declarado que, la Praia de Rodas, es la mejor playa del mundo. Según palabras de The Times: "algunas personas comparan a las Islas Cíes con el Caribe, pero esa es una comparación facilona...no hay ningún sitio como este en las Antillas".
Para The Guardian, por otro lado, además de ponerla en el top de las mejores playas en 2007, ha hablado de ella en numerosas ocasiones. La última, en agosto de este mismo año: "todo en esta isla tiene un toque de mitología y magia. Desde sus cuevas costeras y altos acantilados, hasta su calas secretas y mares tormentosos". Poético, cuanto menos. Si habéis estado en Cíes, sabréis que no se merece menos.
Lo que, en realidad, me ha llamado la atención del artículo de The Times, es una de las cosas que destacan de las Islas Cíes: "El acceso está estrictamente controlado y hay un viejo chiste que dice que es más fácil llegar al otro cielo que a este paraíso". Pero no es la única mención que hacen a la dificultad para acceder a las Cíes: "accesible solo para los pájaros", "tan bonita que necesitas un ticket para entrar", "las reservas para el camping vuelan más rápido que las entradas para Oasis".
Sí, para visitar las Islas Cíes tienes que planificarlo con algo de antelación y pedir un permiso - aunque no es para nada tan difícil como lo pintan - y, a mí, me parece perfecto. Desde hace unos años, para visitar las islas en Semana Santa y temporada alta (desde el 15 de mayo hasta el 15 de septiembre) es necesario solicitar una autorización para poder ir a las islas y, sin esta autorización, no puedes comprar los billetes de los barcos que llevan hasta allí.
El número de permisos diarios está limitado a 1.800 personas. En temporada baja, el cupo de personas que pueden entrar es todavía más limitado: de 450 personas. Antes de que se impusiera la necesidad de una autorización, también existía una limitación en el número de personas que podían visitar las islas en temporada alta. El límite era de 3.000 personas al día, concretamente. Pero las navieras se saltaban constantemente este aforo y vendían billetes a mucha más gente de la permitida. Una constante cada verano que estaba acabando con una de las cosas más importantes que tienen: su biodiversidad.
Personalmente, he ido a las Islas Cíes después de que se impusiera la solicitud de permiso - que, por cierto, puedes pedir en esta página web con hasta 90 días de antelación - y lo que he visto me ha reafirmado todavía más en la importancia de regular los visitantes que hay. Una de las primeras cosas que te dicen por megafonía, además de que tengas cuidado con las gaviotas porque se lanzan a por la comida, es que vas a entrar en un espacio protegido y que no puedes llevarte nada de la isla. Nada es nada. Ni arena, ni conchas, ni hojas, no algas, ni agua, ni piedras ni nada. Por supuesto, no puedes pescar, ni coger marisco de ningún tipo.
Lo siguiente es que recojas tu basura. Las Cíes tienen muy pocas papeleras - lo estoy diciendo de memoria, pero creo que solo hay en la cafetería al principio de la isla - así que, tienes que recoger y guardarte tu basura y tirarla o en la papelera de la cafetería o llevártela en el barco y tirarla en Vigo.
Pues, por supuesto, he visto a gente ignorando completamente lo de no llevarse nada de la isla. De verdad, ¿hay que poner un policía que registre para que no te lleves una concha de recuerdo? Pero, lo que es todavía peor, he visto bolsas, colillas, botellas, etc. tiradas por la isla. No voy a mentir, no es lo más habitual. En general, la gente es respetuosa y cumple las normas, pero siempre hay alguien que no. Y, cuanta más gente entra en la isla al día, más posibilidades de que alguna persona maleducada se cuele.
Entiendo que, después del verano que hemos pasado, es mal momento para decir que me alegro de que se limite la entrada a un sitio de Galicia. Me gusta el turismo, me gusta hacer turismo, pero me gusta más respetar y cuidar los espacios protegidos y, por desgracia, para eso hay que limitar la presencia de personas en estos espacios.
Fotos | Wikimedia Commons 1, Inmobiliaria Lares en Flickr, Víctor Gómez en Flickr, 2
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