No solo es una villa medieval preciosa, según 'National Geographic', también es el pueblo donde mejor se come de todo Teruel

A Teruel se viene a comer con calidad, porque sus especialidades son tantas que es difícil saber por dónde empezar. La trufa negra es la reina de su gastronomía, así como productos de sus huertas, caza y un jamón de fama internacional. ¿Buscas lo mejor de lo mejor? 'National Geographic' ha fichado el pueblo donde mejor se come de todo Teruel y vamos a visitarlo con el babero puesto.

El pueblo en cuestión es Valderrobres, una localidad muy especializada en productos cárnicos. Sus platos tradicionales van del ternasco al horno al cabrito, los escabechados de perdiz, codorniz y conejo y embutidos como longaniza, morcilla o chorizo. También se han hecho fuertes en aceite de oliva con su denominación de origen Aceite del Bajo Aragón.

Para disfrutar de semejantes manjares turolenses podemos acudir a cualquiera de sus restaurantes y tabernas tradicionales. El favorito es restaurante Baudilio, que utiliza productos de cercanía y de huertas de la localidad para crear su menú tradicional con un twist que varía según la estación.

Qué ver en Valderrobres, Teruel

Pero en Valderrobres no solo se viene a comer. Si quieres abrir el apetito no hay nada como un paseo por esta localidad, ubicada a orillas del río Matarraña. Sus casas colgando sobre el paso de agua y el puente de piedra que da la bienvenida al casco antiguo le han ganado el honor de ser uno de los "pueblos más bonitos de España".

Sus calles medievales y empedradas comienzan al cruzar el Puente de piedra, construido en el siglo XIV y que supone la postal más famosa de Valderrobres. Éste termina en el Portal de San Roque, la puerta de la muralla que sigue siendo, a día de hoy, la entrada principal del pueblo.

Tras esas murallas se esconde la Plaza de España, que alberga el edificio del ayuntamiento. Una construcción de arquitectura renacentista considerada Bien de Interés Cultural. Otra visita obligada es el Castillo-palacio de Valderrobres, con torreones a los que se puede acceder por 7 euros para ver el pueblo desde lo alto.

Pegadita al castillo está la iglesia de Santa María la Mayor, un templo del siglo XIV que sigue las normas arquitectónicas del gótico levantino aragonés. Todo ello en un entorno de casas de piedra, cuestas y callejuelas laberínticas que te harán sentir atrapado en el tiempo.

Fotos | @baudilio_restaurante, @valderrobres_puebloconluz.

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