Con apenas 50 habitantes censados, este pueblo ubicado en la Sierra del Rincón se encuentra en un entorno declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Así que puede La Hiruela puede presumir de ser uno de los parajes naturales más bonitos de Madrid y de toda España. Un entorno tan tranquilo y en contacto con la naturaleza que nadie diría que se encuentra a solo una hora y media del trasiego de la Gran Vía madrileña.
Uno de los mayores encantos de este pueblo se lo debe a sus casas de piedra, adobe y madera de roble de la dehesa que apenas han sufrido modificaciones en su estructura desde que se construyeran. Aunque no hay suficientes documentos que lo aseguren, todo apunta a que su primer asentamiento data del siglo XII. Esto confiere a La Hiruela una identidad arquitectónica propia que lo sitúa como uno de los pueblos mejor conservados de la Comunidad de Madrid.
Algunos de los edificios y elementos tradicionales protegidos de este lugar son el pilón, el Molino Harinero a orillas del río Jarama, la Casa Consistorial o la antigua escuela. Además, en La Hiruela también podemos disfrutar de “El Colmenar”, un lugar con más de 200 años en el que las familias del pueblo trabajaban la apicultura.
También destacan las carboneras, que se utilizaron hasta 1960 para obtener de manera tradicional carbón vegetal de roble o brezo. Una de las principales fuentes de ingresos de sus habitantes. la Iglesia de San Miguel Arcángel es otro de sus edificios más emblemáticos, restaurado siguiendo los patrones tradicionales de la arquitectura rural de la zona. El museo etnográfico completa la labor educativa de la villa, exponiendo utensilios y enseres de la vida rural de antes.
Sin embargo, no todo son calles empedradas y empinadas y una paz y tranquilidad que invita al descanso. Su extraordinaria ubicación permite a los más aventureros realizar rutas a pie por increíbles sendas entre bosques, arroyos y dehesas (en la propia web de turismo de La Hiruela podemos encontrar algunas de sus mejores rutas).
No obstante, si tras recorrerte cada rincón de La Hiruela te quedas con ganas de más, cerca quedan a mano otros pueblos medievales dignos de visitar como Buitrago, los frondosos bosques del Hayedo de Montejo o los espectaculares valles de La Puebla.
Eso sí, el acceso al pueblo es complicado y requiere conducir por una carretera de pronunciadas curvas no apta para cualquiera. De hecho, su ubicación y difícil acceso fue lo que ha propiciado que este lugar se haya conservado tan bien y que sea tan tranquilo.
Foto de portada | Turismo de Madrid
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