Aguas termales que brotan del manantial a 52 y grados y que se recomiendan para dolencias desde reumatismos hasta afecciones respiratorias
Aunque la Región de Murcia suele asociarse a problemas con la escasez de agua y la contaminación, es curioso cómo tiene, al mismo tiempo, una de las costas más curiosas de toda la Península Ibérica. Sobre todo, gracias al Mar Menor, que puede presumir de ser la laguna salada más grande de Europa. Y no solo eso, porque también es destino de viajeros que buscan aguas medicinales. Este es el caso de Archena, lugar en al fértil Valle de Ricote del emanan unas aguas termales, conocidas desde la época romana.
Enclavado en un paraje natural y rodeado de montañas cubiertas de vegetación se encuentra, dentro del municipio de Archena, el Santuario de la Virgen de la Salud. Uno de los atractivos turísticos más destacados de toda la Región de Murcia por su balneario de aguas medicinales.
Desde el siglo V a.e.c.
Se trata, posiblemente, uno de los Balnearios más antiguos de España ya que sus orígenes se remontan al siglo V a.e.c., cuando los pobladores íberos asentados en Archena se convirtieron en los primeros en usar estas aguas termales. El balneario se convirtió, entonces, en un lugar de paso obligado en la ruta comercial hacia el interior de la península.
Después, los romanos descubrirían las aguas termales y decidieron levantar unas Termas. Desde entonces, siempre han mantenido un prestigio constante por sus propiedades medicinales. No obstante, fue a partir de 1579 cuando el Balneario empieza a recibir más afluencia de visitantes y entre 1850 y 1878 se realizó la configuración actual del balneario.
A día de hoy, el lugar cuenta con hotel, capilla e incluso casino. Aunque las verdadera protagonista es el agua, que brota del manantial a una temperatura de 52,5ºC.
Agua minero-medicinal por Decreto
El agua minero-medicinal de Balneario de Archena fue declarada de utilidad pública en 1869, según Decreto 25/04/1928. Se la clasifica como agua sulfurada-sulfatada-clorurada-sódica-cálcica. De este modo, aporta toda la riqueza de las propiedades de sus elementos minerales que, con un tiempo de permanencia bajo tierra de 15.000 años, la hacen única en nuestro país. De hecho, médicos y fisioterapeutas prescriben visitas al balneario.
Se las considera un excelente remedio natural tanto para afecciones físicas como para recuperar el bienestar general del cuerpo. Tienen la capacidad de aportar la relajación y descanso necesarios para mejorar el sistema de defensa, favorecer el mantenimiento y mejora de las articulaciones y también facilitan la reparación de la piel.
Por tanto, son especialmente recomendables para dolencias terapéuticas como reumatismos, dolores de origen vertebral, recuperación de secuelas postraumáticas y de la cirugía traumatológica, afecciones del aparato respiratorio, determinados procesos dermatológicos, eliminación de la ansiedad y estrés.
Remata la jugada una temperatura media anual de 17,8ºC y las 2.769 horas de sol al año que tiene Archena, siendo el marco ideal para personas que vivan en climas fríos y necesiten de una cura balnearia invernal.
Foto de portada | Balneario de Archena
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