"Uno de los enclaves con más encanto de la Costa Brava", eso dice National Geographic sobre este pueblo marinero de Girona, una joya de la que tienes que conocer estos rincones, que nos ha hecho soñar con un idílico verano en el Mediterráneo nada más ver la primera foto.
Calella de Palafrugell es todo lo que promete la Costa Azul y la Amalfitana, para las que también tenemos destinos alternativos y más económicos en Europa. Es la suma de aguas cristalinas, barcas varadas en la arena, pinares que llegan hasta el mar y la tradición de un pueblo pesquero que ha mantenido su esencia a pesar del paso de los años y del turismo.
Los paredes encaladas y algún que otro detalle en añil, nos hacen viajar a las Islas Griegas, pero eso sí, por mucho menos y de forma más cómoda. Nada de aglomeraciones que únicamente parecen desaparecer cuando encontramos el ángulo perfecto para hacer una foto.
Calella de Palafrugell, además de sus parajes naturales de ensueño ofrece una cocina exquisita de proximidad basada en arroces y pescados en la que destaca la Garoinada (erizos de mar), que se celebra durante el primer trimestre del año. También es típico de la zona el cremat, una bebida a base de ron y café caliente.
Calella de Palafrugell para disfrutar de la aventura y su entorno natural
Este rincón catalán además de ofrecer desconexión garantizada y relax, cuenta con unos planes idóneos para aquellos que busquen algo más que el turismo de playa (bonita y sin balconing, eso sí).
Si quieres hacer algo un poco más diferente, el Camí de Ronda es el camino o paseo por excelencia de la Costa Brava. Enlaza el cabo de Creus con Blanes y es más o menos accesible dependiendo de la zona. Ve con escarpines o con unas zapatillas deportivas, una mochila y algunas provisiones para disfrutar de unas vistas y una experiencia únicas.
Otra posibilidad es la de hacer buceo en superficie, para llegar un poquito más allá de lo que encuentres a simple vista. Déjate sorprender por la riqueza de las aguas cristalinas de este rinconcito de la costa catalana.
Y por último, te proponemos un paso en bici al más puro estilo Verano Azul. Piérdete por los senderos que rodean y atraviesan Calella de Palafrugell, uno de los destinos más deseados para darse una escapada en cualquier época del año, y termina la ruta con un baño en la playa, ¿qué mejor recompensa?
Conoce los tesoros de este pueblito de apenas 700 habitantes y descubre todo lo que tiene que ofrecer la Costa Brava. Porque al final, como en casa en ningún sitio.
Fotos | Jorge Franganillo vía Flickr y Pixabay
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