El movimiento antiturismo parece haber explotado definitivamente. Mientras que, en Mallorca, miles de personas se manifestaron este año para exigir que se pongan límites al mismo, en Barcelona se ha llegado a adoptar una táctica más radical que consiste en acosar a los propios turistas por la calle. Sin embargo, no se trata únicamente de un problema de visitantes internacionales y ya hay expertos que apuntan a que el turismo es destructor en sí mismo. Una muestra de ello podemos encontrarla en unas pozas de Huesca cuya localización, en esta ocasión, no vamos a revelar por motivos que entenderéis a continuación.
"En mi pueblo había una poza bastante tranquila a la que acudía la gente local en verano", empieza explicando el director y guionista Alex Rodrigo en su cuenta de X. Sin embargo, tal y como continúa contando, "desde hace varios años se ha viralizado entre turistas, hasta masificarse y convertirse en un vertedero". Como consecuencia, asegura que ya nadie del pueblo va. Una situación a la que le suma aún más dramatismo el hecho de que no haya ninguna piscina municipal en todo el municipio.
Rodrigo aporta, además, pruebas de lo que dice con unas fotografías en las que no solo puede verse cómo de abarrotada está en verano una p2oza, que no es de grandes dimensiones, sino también la cantidad de basura que estos turistas dejan tras su paso por la zona. Principalmente, plástico de envases y bolsas y latas.
@_alexrodrigo_
"Hasta hace poco la convivencia era sostenible. El boca a boca hacía que viniese algún curioso… Pero los influencers rompieron la baraja", sigue explicando Rodrigo junto con la captura del típico video de TikTok que algún creador de contenido ha hecho calificándola como "la poza más bonita de España" y un artículo de prensa en el que se habla de cómo "los vecinos están preocupados por la afluencia masiva a la poza y las conductas incívicas".
Como solución, Rodrigo cuenta que ha perdido la cuenta de la gente que le ha preguntado por la poza y él les he dicho que no existe. Además, ha pedido a todos los que lean su post "no publicar la ubicación de lugares que no admiten masificación ni están pensados para ello". Un mismo problema que, como se puede comprobar en las respuestas de otros usuarios, es común desde que se han puesto de moda las pozas como alternativa a la costa.
Tras hacerse viral la publicación, el twittero Sergio Ruiz (@puertatras) le ha contestado hablando de otro caso: "Ayer me dio por ir a la cascada de Oros Bajo a última hora. Ya había poca gente, pero los papeles higiénicos y compresas en el camino avisaban del desastre. Además aquí tienes los de la poza y los barranquistas. Todos cámara en mano o en casco... Turismo de escaparate".
@puertatras
Algo muy similar también le ocurrió a nuestra compañera Pepa López cuando visitó la Fuente de los Baños de Montanejos en Castellón: "obre el papel el lugar es paradisiaco y no tiene nada que envidiar a lugares exóticos como Filipinas o los cenotes mexicanos. Aguas turquesas y termales que se mantienen siempre a 25ºC bajo un acantilado verde rebosante de vegetación. Pero esas fotos debieron de hacerlas en enero, porque cuando yo fui en verano la realidad era devastadora".
Esto se debe, tal y como ella nos contó a que: "será preciosa, pero secreta lo que se dice secreta no. Algo que ya se intuye al llegar a su aparcamiento, repleto de coches que auguran un sobreturismo por encima de sus posibilidades. Al llegar a la playita de interior la mala noticia se confirma: hay muchísimos locales y turistas disfrutando de este chapuzón, llenando la orilla de toallas y bolsas con comida y hablando alto".
Fundación de Turismo de Montanejos
Como medida para evitar los efectos negativos de la masificación, el ayuntamiento ha empezado a controlar el aforo en los meses de julio y agosto. Para ello, cobra una entrada de 3,50 euros y han prohibido mesas, sombrillas, neveras y mascotas. Aunque a López le parecieron unas medidas que se quedaban cortas: "Están muy bien para proteger el paraje natural, pero no garantizan el silencio ni la desconexión porque sigue habiendo muchísima gente".
Con respecto al objetivo que perdiguen los dos twitteros antes mencionados con su denuncia en la red social de Elon Musk aclaran que no se trata de restringir el acceso a la poza solo a los vecinos sino de hacer un llamamiento al civismo, la educación, el respeto y a proteger un lugar natural". Y es que, como Sergio Ruiz proclama: "no todo vale por un reel bonito".
Foto de portada | Rafael Medina
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