Situado en el antiguo cauce del río Turia, es el pulmón de Valencia y el parque natural urbano más grande del país
Como es el más famoso, probablemente pienses que el jardín más grande de España es el Retiro. Sin embargo, mientras que este rincón de Madrid ocupa 118 hectáreas, hay uno en Valencia, cuyo nombre seguramente desconoces, que ocupa actualmente 136 hectáreas. Que, además, serán 160,5 cuando esté terminado por completo. Siendo así, no es de extrañar que los Jardines del río Turia sean el pulmón de Valencia y el parque natural urbano más grande del país.
Inaugurado en 1986, diversos urbanistas y paisajistas diseñaron los diferentes tramos de este jardín que se ubica en el antiguo cauce del río Turia. Cuenta con más de nueve kilómetros transitables que atraviesan la ciudad con distintas zonas que van de lo lúdico a lo deportivo y pasando por los rincones románticos para perderse.
Tras la gran riada del 14 de octubre de 1957, que arrasó la ciudad, se desvió el cauce del Turia al sur de Valencia con el objetivo de evitar las continuas inundaciones. Esto, sin embargo, dejó libre una gran franja de terreno que cruzaba (y cruza) la ciudad de Oeste a Este, rodeando el centro histórico.
Así que, para aprovecharlo, nació la idea de este recorrido único en su especie que ha acabado componiéndose por palmeras, naranjos, pinos, plantas aromáticas y rosales, fuentes y estanques, pistas deportiva...
Un inmenso parque que lo cruzan hasta 18 puentes, con sus estilos arquitectónicos correspondientes según la época, siendo huella de siglos de historia de la ciudad. Además, limita a ambos laterales con algunos de los principales museos y monumentos de la ciudad.
De este modo, une puntos de imprescindible visita en la capital valenciana como las Torres de Serranos, puerta de la antigua muralla de Valencia y convertida hoy en mirador privilegiado del centro histórico y los jardines; el Instituto Valenciano de Arte Moderno o el Museo de Bellas Artes. Todos quedan a orillas del antiguo Turia, conformando un interesante recorrido cultural.
El Jardí del Túria está limitado por el Parque de Cabecera (donde pueden alquilarse pequeñas barcas con forma de cisna) y el Bioparc al Oeste, y la vanguardista Ciudad de las Artes y las Ciencias en el lado opuesto, casi en la desembocadura. En este punto es donde conecta la sabana africana, fielmente recreada en el Bioparc, con el mundo submarino y los ecosistemas del Oceanogràfic.
Además de que, en verano, en los estanques que rodean la Ciudad de las Artes y las Ciencias hay bolas para andar sobre el agua y canoas. Otro punto interesante es que, como Valencia es llana, el Jardín del Turia es un lugar ideal para hacer running o pasear en bici, segway o tándem. De hecho, el mismo parque pueden alquilarse estos vehículos. Por supuesto, hay también bares y cafeterías con grandes terrazas.
No obstante, uno de sus rincones más curiosos es el Gulliver, un inmenso y original parque de toboganes inspirado en el libro de Jonathan Swift que está especialmente diseñado para que los niños se sientan liliputienses mientras trepan y se deslizan por los dedos, el pelo o las piernas de una figura gigante de 70 metros.
Foto de portada | Kent Wang
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