Una lista para hacer escapadas de las que no se olvidan
Para formar parte de la exclusiva Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, un sitio debe poseer fenómenos naturales notables, representar alguna de las principales etapas de la historia de la Tierra, mostrar principios ecológicos y biológicos significativos o contener entornos naturales importantes. Así que, en España, tenemos bastante lugares que han pasado el corte y se han ganado esta distinción. Algunos son tan conocidos como la Alhambra, El Escorial o la Catedral de Burgos. Sin embargo, también hay auténticas joyas escondidas que han pasado más desapercibidas.
Yacimientos prehistóricos de la Menorca talayótica
Situados en la isla de Menorca, estos yacimientos arqueológicos son testimonio de la ocupación de la isla por comunidades prehistóricas. Se componen de una diversidad de asentamientos y sepulturas prehistóricas datadas entre la Edad de Bronce (1600 a.C.) y la Edad de Hierro Tardía (123 a.C.). Muestran la evolución de una arquitectura “ciclópea” construida con bloques de piedra de gran tamaño. Las orientaciones astronómicas y las interconexiones visuales entre las estructuras prehistóricas indican la existencia de redes con posibles significados cosmológicos.
Dólmenes de Antequera
En Andalucía se encuentran tres monumentos megalíticos: el “tholos” del Romeral y los dólmenes de Menga y Viera, así como dos parajes naturales próximos que ofrecen panorámicas de gran belleza y que son la Peña de los Enamorados y el Torcal. Construidos con grandes bloques de piedra en el Periodo Neolítico y la Edad de Bronce, los tres monumentos son uno de los conjuntos arquitectónicos más notables de la prehistoria en Europa y un ejemplo simpar del arte megalítico europeo.
Ciudad califal de Medina Azahara
Este yacimiento arqueológico engloba los majestuosos vestigios de la ciudad palaciega edificada a mediados del siglo X por la dinastía de los Omeyas para que fuera sede del califato de Córdoba. Después de un próspero periodo de casi ochenta años, Medina Azahara fue saqueada durante una guerra civil sucesoria que acabó con el poder de los califas. Los restos de la ciudad cayeron en el olvido durante más mil años, hasta su redescubrimiento en el siglo XX. Incluye numerosas infraestructuras como calzadas, puentes y sistemas hidráulicos. También edificios, elementos decorativos y objetos de uso diario de la época de máximo esplendor de la civilización islámica occidental de al-Ándalus.
Iglesias románicas catalanas de Vall del Boí
Flanqueado por abruptas montañas, el angosto valle del Boí está situado en la región altopirenaica de la Alta Ribagorza. Todas las aldeas de este valle, que están rodeadas de campos cercados, poseen una iglesia románica. En las zonas más altas hay vastas praderas para el pasto estival del ganado.
Patrimonio del mercurio de Almadén
En las minas de Almadén se ha extraído mercurio desde la antigüedad. El conjunto incluye varios lugares relacionados con su historia minera, como el castillo de Retamar, edificios religiosos y pozos tradicionales. Un paraje que da testimonio del comercio intercontinental del mercurio, que generó importantes intercambios entre Europa y América durante siglos. Una de las minas de mercurio más grandes del mundo, que estuvo operativa hasta hace pocos años.
Torre de Hércules
La Torre de Hércules sirve como faro y emblema de la entrada al puerto de La Coruña desde el siglo I de nuestra era, cuando los romanos lo construyeron con el nombre de Farum Brigantium. Este faro monumental, de 55 metros, está edificado sobre una roca de 57 metros de altura. La torre consta de tres niveles que se van estrechando hacia la cúspide y el primero de ellos corresponde a la estructura del faro romano. Adyacente a su base, se halla un pequeño edificio romano y el sitio comprende también los petroglifos del Monte dos Bicos, que datan de la Edad de Hierro, un cementerio musulmán y un parque de esculturas. Es el único faro de la Antigüedad grecorromana que ha conservado en cierta medida su integridad estructural y que sigue desempeñando la misma función.
Muralla romana de Lugo
La muralla de Lugo fue construida a finales de siglo II para defender la ciudad romana de Lucus. Su perímetro se ha conservado intacto en su totalidad y constituye el más bello arquetipo de fortificación romana tardía de toda Europa Occidental.
Foto de portada | Wikipedia
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