¿Quién no ha soñado alguna vez con perderse en una isla desierta en medio del Caribe? Seguro que todos lo hemos pensado alguna vez. Pero seamos realistas: esa parecía una opción reservada a los grandes millonarios con isla privada. Hasta ahora. Porque en Airbnb hay una isla caribeña privada que puede hacer las delicias del más exigente. En pleno Belice y rodeada de aguas de color turquesa, podría convertirse en el destino ideal si queremos hacer eso que siempre relacionamos con las vacaciones: desconectar. De todo, absolutamente todo.
La isla cuenta solo con una edificación, pequeña, en madera pintada de colores vivos, con un aire muy caribeño. Tiene tres dormitorios y un cuarto de baño, todo decorado de forma sencilla y con las comodidades necesarias para pasar unos días tranquilos con un máximo de cinco acompañantes. Aunque en la descripción de la web se hable de unas vacaciones al más puro estilo Robinson Crusoe, lo cierto es que solo será necesario que llevemos la comida desde tierra, ya que la isla, evidentemente, no cuenta con ningún servicio añadido, pero podremos cocinarla en las propias instalaciones.
El entorno es ideal para practicar deportes marítimos, relajarse al sol y disfrutar de la naturaleza y el silencio. ¿El precio? 520 euros por noche, para hasta seis personas. La única mala noticia es que no hemos sido los primeros en descubrirla: las reservas están completas nada más y nada menos que hasta julio de 2019, pero, a partir de ahí... está en nuestras manos permitirnos el gran lujo de nuestras vidas.
Imágenes | Airbnb.
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