San Sebastián es una de las ciudades más bonitas de la península. Lo tiene todo: playa (y qué playa), monte, una gastronomía de las que quita el hipo... Ya sabemos que, cuando se visita, es imprescindible pasar por La Concha, hacerse una foto en el el Peine del Viento y darse un voltio por El Antiguo, el barrio más añejo de San Sebastián. Sin embargo, no te pierdas tampoco estos tres spots con mucho encanto.
El parque de atracciones del Monte Igueldo
Subir al Monte Igueldo es siempre un sí o sí de las vacaciones en San Sebastián. Ofrece una de las mejores vistas de la ciudad y los atardeceres son de matrícula de honor, lo que lo convierte en el mejor mirador de la ciudad. Sin embargo, no es el único plan que ofrece.
En su cima se encuentra un pintoresco parque de atracciones que data de 1912 y que mantiene en funcionamiento atracciones de hasta 90 años de antigüedad. Y es que la mayor parte de las atracciones del parque se construyeron a principios del siglo XX, entre ellas, la montaña rusa (que en esta ocasión es "suiza") de acero aún en funcionamiento más antigua del mundo.
Mención especial al antiguo faro de leña reconvertido en la actualidad en museo de tradiciones y al funicular con encanto al que hay que subir para llegar al parque. Es el más antiguo en funcionamiento del País Vasco y el tercero de España, y se nota.
Isla de Santa Clara
San Sebastián puede presumir de tener una isla en plena bahía. Se trata de Santa Clara, donde puede disfrutarse de un baño con vistas a la ciudad. Además de una pequeña playa y una piscina de agua natural, ofrece como plan un paseo hasta el edificio del faro a través de senderos con merenderos. Tiene hasta un bar con terraza.
A la isla, declarada Centro Histórico de Interés Nacional hace 40 años, se puede acceder en ferry. Pero, también, gracias a su cercanía con la bahía, es posible el acceso a nado durante todo el año. El trayecto cuenta a medio camino con varias plataformas (gabarrones) con trampolines y toboganes en los que poder hacer un descanso.
El Cementerio de los Ingleses
En la cima del inmenso monte Urgull se encuentra una de las atracciones turísticas por excelencia de la capital donostiarra: el Castillo de la Mola. No obstante, no es el único tesoro que esconde esta montaña. Y es que, en una de sus laderas, se encuentra el Cementerio de los Ingleses. Un rincón mágico el que abunda la vegetación y donde el musgo se ha apoderado prácticamente de toda la instalación.
Se cree que es en este punto es donde yacen los restos mortales de los combatientes ingleses que cayeron en tierras guipuzcoanas durante la Primera Guerra Carlista. Así, en memoria de los soldados que murieron en una batalla que no era la suya, se erigio este pequeño cementerio inaugurado en 1924.
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Foto de portada | monteigueldo.es