De izquierda a derecha: Magrit, Stuart Weitzman, Valentino.
Hemos visto ya unos preciosos vestidos románticos y vestidos de inspiración vintage, y los complementos deben estar a la altura del vestido de novias, y los zapatos (aunque apenas se vean si llevamos un vestido largo), son una parte muy importante del conjunto. Ante todo, deben ser cómodos, ya que estarás un montón de horas de pie, bailando, etc. con ellos puestos y no puedes permitir que los zapatos arruinen el gran día. Por tanto, el tacón no deber excesivamente alto.
Los zapatos más elegantes son de raso o charol, aunque materiales más clásicos como el cuero siguen siendo los favoritos de muchos diseñadores. Los pequeños detalles, como los lazos y los brillantes, añaden un toque de elegancia y distinción.
De izquierda a derecha: Pura López, Magrit, Pedro García.
Siguiendo las últimas tendencias de las pasarelas, los zapatos de novia también incorporan una pequeña plataforma o terminan la con la puntera abierta. Estos últimos, los zapatos peep-toe, suelen ser muy cómodos para aguantar muchas horas con ellos puestos. No olvides realizar una preciosa pedicura para que los pies estén a la altura de tan bellos zapatos.
De izquierda a derecha: MiuMiu, Giuseppe Zanotti, Missoni.
Los zapatos tipo mule son otra de las elecciones favoritas de muchas novias. Su estilo clásico y elegante resulta siempre ser un acierto. Las más atrevidas pueden optar por los detalles como las plumas, el cuero labrado en imitación de cocodrilo, las aplicaciones doradas o colores diferentes del habitual blanco: plateado, azul cielo, gris, etc.
De izquierda a derecha: Alexander McQueen, Donna Karan, Carolina Herrera.