Meses de dar vueltas a una idea, de buscar el modelo que más tarde las clientas desearán por su exclusividad en el diseño y al final ¿para qué? Esa originalidad acaba viéndose multiplicada por mil en cuanto llega una gran empresa masiva y decide "hacer suya" la propuesta ajena. A Chloé le van a copiar tanto esta primavera-verano 2015 que su colección estará en todas partes, empezando por Zara que ya "se ha enamorado" de las sandalias romanas.
Con el regreso del estilo 70 también vuelven las sandalias romanas. Y estas se convierten en la debilidad de las firmas generalistas. Zara hace doblete. Primero se inspira en las sandalias de Valentino y ahora va a por las de Chloé.
De los 995 euros que cuestan las de Chloé a los 79,95 euros de Zara. Del ante de las primeras al acabado en piel de vacuno de las segundas. La firma de Inditex se ahorra la cuña trasera y convierte las sandalias en lisas, manteniendo igual el trenzado frontal. Una cremallera situada en la parte de atrás ayuda al nuevo diseño en piel, con el mismo talón al aíre.
Los límites entre clones cada vez son más difusos. La exclusividad y originalidad de las firmas acaba viéndose eliminada de un plumazo. Con la calle repleta de los mismos diseños, ¿para qué apostar por un modelo similar a un coste tan alto? La calidad es lo única virtud que mantiene la diferencia en este frente tan poco saludable para el sector.
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