El pasado 9 de julio Dolce & Gabbana presentaron en Taormina (Sicilia), haciendo patria y en compañía de amigas como Naomi Campbell, Stephanie Seymour, Scarlett Johansson , Laetitia Casta, Isabella Rossellini, clientes y la presencia especial de Anna Wintour, Anna Dello Russo y Franca Sozzani, más en calidad de estrellas invitadas que de prensa, ya que los medios de comunicación no habían sido invitados(a excepción de The Daily Telegraph , Le Figaro y el Corriere della Sera), una tendencia que parece estar calando fuerte entre las firmas de moda a la hora de presenar sus colecciones.
Pero las redes sociales, como es el caso de Twitter, sí mostraron algunas imágenes. A través de esta red Stefano Gabbana fue subiendo algunas fotos de los momentos previos, invitados o detalles como la etiqueta, pero sobre todo fueron las fotos de Cameron Silver, dueño de “Decades“, una tienda multimarca de lujo situada en Los Angeles que tiene como particularidad tener una sección de prendas vintage única en el mundo, las que permitieron conocer algunas de las salidas de esta colección de debut. Un secretismo que los diseñadores justifican argumentando que sus clientas no desean ver sus vestidos en todas las revistas.
Y es que parece ser que los italianos han decidido tomar las riendas de la renovación de la Alta Costura desde frentes tan distintos como puede ser el nuevo formato de presentación que ha creado Ricardo Tisci para Givenchy, la vuelta de Versace gracias a sus grandes éxitos en las alfombras rojas o la entrada triunfal de Giambattista Valli, con el que la La Chambre Syndicale de la Couture, el organismo encargado de regular la Alta Costura francesa, se saltó todos los plazos hace un año para contar con Valli entre sus miembros.
Los Dolce & Gabbana cerraban una etapa el pasado septiembre con la presentación del último desfile de D&G, su línea más “juvenil”, y ahora dan un salto hacia delante en la evolución de su marca y pretenden inaugurar una nueva era con este desfile de costura, que bautizaron como “Jornada Siciliana” pero que podría haberse titulado “Grande éxitos” ya que mezclaron volúmenes, telas brocadas y transparencias que muestran prendas interiores de aire retro, siguiendo la ruta que han ido marcando en las presentaciones de los últimos cinco años y jugando con todos y cada uno de los tópicos italianos a los que nos tienen acostumbrados.
Su nueva apuesta continúa por la ruta del barroquismo y femineidad al estilo italiano, más concretamente siciliano, que venden en todas y cada una de sus colecciones y campañas. Veremos como responden las ventas, ya que parece que sus esfuerzos están más enfocados a las ventas en los mercados emergentes como China o los ricos países de Medio Oriente que hacia las alfombras rojas, un tren que parecen haber perdido.
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