Hace una temporada os hablábamos del acné adulto, de sus causas y tratamiento tras entrevistarnos con una Dermatóloga especialista en el tema que nos dio todas las claves de este mal de muchos. El caso es que como complemento a aquello, hemos querido hacer un repaso también a las posibles causas alimenticias que hay detrás del acné y a aquellos alimentos que es mejor evitar si queremos mantenerlo a raya.
En su momento, la Dra. Amparo Rodríguez ya apuntaba como una de las causas del acné (entre otras) una alimentación poco equilibrada, sin embargo, nos comentó que realmente los estudios que se han realizado no han aportado evidencias de que haya alimentos que pueden causar o empeorar el acné. El único estudio que parece que está aportando resultados positivos es el que relaciona el consumo de alimentos con un alto índice glucémico (dieta rica en hidratos de carbono) con el acné. Pero aun pueden aparecer sorpresas al respecto. No hay evidencias científicas que prueben o desmientan de manera definitiva la relación entre el consumo de grasa, picante, chocolate o lácteos con la aparición del acné.
Por su parte, hay especialistas como el Dr. Daniel J. Aires, un investigador y dermatólogo del Hospital de la Universidad de Kansas que ha comentado que ha tenido muchos pacientes que han podido controlar su acné simplemente cambiando su dieta, eliminando algunos como aquellos alimentos altamente glucémico y consumiendo muchas más verduras y productos frescos.
Así, como hay un poco de todo, haremos un repaso a algunos de esos alimentos que podrían afectar al estado de nuestra piel.
Lácteos
En este punto hay discrepancias (como en todo) y podemos ver, por su parte, que hay estudios como el de los Departamentos de Dermatología y de Nutrición, Salud pública y Alimentación de la Universidad de Nueva York, dirigidos por la Dr. Burris que apuntan hacia los lácteos como origen también del acné.
En este sentido, tenemos que recordar que la leche animal contiene hormonas, andrógenos y estrógenos, combinados con niveles altos de insulina produce un cóctel de efectos biológicos adversos para la piel, entre ellos la producción de esos brotes. Por ello, los lácteos mejor evitarlos y, en todo caso, mejor bajos en grasas.
Chocolate
En este punto, personalmente, tengo que reconocer que a mí me afecta. ¿Puede ser coincidencia? Puede, pero realmente cada vez que consumo un poco de más, al día siguiente algún grano hace acto de presencia.
Así, el chocolate es otro de los alimentos que suele asociarse con el acné, aunque no es en sí mismo el que causa los brotes, sino el azúcar que contiene. Y es que, una dieta alta en azúcar y carbohidratos hace que el acné empeore, nuevamente por contener un alto índice glucémico.
Azúcar
Y, como continuación al punto anterior, está claro que lo que hay que evitar y reducir al máximo es el consumo de azúcar. Por ello, no solo tendremos que eliminar golosinas, dulces, refrescos, y demás cosas obvias, sino también intentar eliminar los productos procesados que suelen contener grandes niveles de azúcar y, en su caso, revisar siempre las etiquetas y controlar su consumo.
Harinas refinadas
Aquí podríamos incluir muchísimos alimentos que van desde las galletas, snacks comerciales, bollería, pan blanco, pastas, pizzas y muchos otros productos de alto índice glucémico lo que indica que su consumo eleva rápidamente la glucosa en nuestra sangre lo que puede llevar a estimular las glándulas sebáceas de nuestro organismo favoreciendo la presencia de acné según se comprobó en un estudio de 2011.
En este punto, por supuesto, incluiremos también la comida rápida y todas esas grasas saturadas, por supuesto, que además de ser malísimas para la salud, también tienen efectos en nuestra piel.
Alcohol
Ya, sabemos que no es un alimento el alcohol, pero tenemos que incluirlo en la lista a la fuerza y ello a pesar de que parece ser que el alcohol por sí mismo no provoca brotes de acné, pero estoy segura que a más de una de vosotras, después de una noche loca, le ha salido algún que otro grano o ha empeorado su estado anterior.
Pues bien, el alcohol realmente sí dilata los vasos sanguíneos de la piel, lo que produce enrojecimiento y la deshidratación de la piel lo que sí que puede contribuir a que salgan granos, obviamente, además que, como comentamos, la experiencia nos dice a muchas que hay una relación directa entre esa noche desenfrenada y el estado de la piel del día siguiente, por ello, como con todo, siempre hay que beber con moderación.
Así que, ya sabéis, para cuidar la piel hay que apostar también por alimentos bajos en carbohidratos y apostar por alimentos frescos, sin procesar, que nos ayudarán a estar más sanos.
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