Tenemos claro que el pilates es un buen método para mantenernos en forma, mejorar nuestra salud en general y cuidar nuestra espalda. También se practica por motivos estéticos; tonificar abdomen, perder grasa, elevar los glúteos… pero además de moldear y cuidar nuestro cuerpo, no hay que subestimar lo que puede hacer por nuestra mente.
Estos son algunos de los beneficios psicológicos del pilates (seguro que si lo practicas habitualmente se te ocurren más):
1 Relax y activación
Puede parecer una contradicción pero no lo es. Pasar una hora o 45 minutos concentrándonos en nuestros movimientos y controlando la respiración, ayuda a eliminar el estrés, es decir, nos relaja. Pero eso no quiere decir que salgamos de la clase con ganas de meternos en la cama a dormir, el ánimo mejora, la mente se activa y solemos sentirnos más capaces de afrontar lo que venga por delante en las horas siguientes.
2. Nos transporta al presente
No, no estoy hablando de viajes en el tiempo, pero ¿cuántas veces al día estamos pensando en algo que ya ha sucedido o temiendo cualquier otra cosa que creemos que va pasar? Estas actitudes pueden generarnos tristeza, o derivar en ansiedad si tenemos miedo al futuro, por eso vienen muy bien actividades como el pilates que nos obligan a concentrarnos en el “aquí y ahora”, prestando atención a la ejecución de cada movimiento, y al momento presente.
3. Ayuda a dormir
Sí, ya sé que antes he dicho que no salimos de clase con ganas de meternos en la cama, y esto sigue siendo cierto, pero las técnicas de respiración profunda contribuyen a que cuando llegue la noche y decidamos irnos a dormir, nos resulte más fácil conciliar el sueño y que este sea más tranquilo y reparador. Un buen descanso es fundamental para sentirnos bien y dar lo mejor de nosotros mismos cada día.
4. Aumenta la autoestima
Algo que se nota casi desde el primer mes es que el pilates mejora la postura corporal. Caminas y te sientas de forma distinta, con los hombros bajos, el cuello relajado y la espalda más recta. Eso tiene como consecuencia que el cuerpo se vea más esbelto y que la percepción de nosotros mismos mejore, incluso hay estudios que afirman que sentarnos de forma correcta nos vuelve física y psicológicamente más fuertes.
5. Aporta autoconocimiento y satisfacción
La primera clase es muy posible que sientas que todo tu cuerpo es de madera y que nunca podrás llegar a tocar la punta de los pies con las manos en la postura que te están pidiendo. Pero si no te rindes y continúas, con el tiempo vas notando como mejora tu flexibilidad, tu fuerza, tu resistencia… ¡Y que si quieres puedes!
Y aquí es donde voy a insertar mi reflexión personal: Esta es una lección que a mí me ha ido fenomenal para aplicarla a otros ámbitos de mi vida. Antes solía pensar siempre de entrada que no era capaz de hacer bien la mayoría de las cosas, ahora cuando me dan ganas de tirar la toalla a la primera de cambio, pienso ¿Y si lo intento un poco más? Y la mayoría de las veces vale la pena. Este es, sin duda, el mayor beneficio que me ha aportado el pilates. ¿Nos cuentas el tuyo?
Fotos | The Blonde Salad | adifansnet
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