Hacía ya unos meses en que se oían rumores sobre una reformulación de una de las cremas más vendidas de Clinique, la Superdefense. Se trata de una crema antiedad con antioxidantes y un FPS de 25, es decir, que tiene todos los requisitos para convertirse en una hidratante óptima para cualquiera que haya cumplido ya los 25. De hecho para mí es una de las mejores cremas de esta marca, aunque esto, como todo, depende de gustos y de tipos de piel.
Aparte de cambiar levemente el tarrito y el logo de la crema, Clinique quiere poner el énfasis en el efecto que el stress provoca en nuestra piel, asegurando que nos envejece igual que el sol, la polución o el paso del tiempo y ya de paso asegura ser capaz de evitar sus efectos sobre nuestra dermis. La marca se basa en los hallazgos publicados en el Journal of Experimental Dermatology de una investigación sobre el asunto que ellos mismos han financiado.
Lo único nuevo que le han añadido ha sido un extracto marino (no especifican cual) cuya patente está aún pendiente de formalizar. Así que a primera vista parece el mismo Superdefense de siempre pero, probablemente, con la excusa perfecta para subirlo un poquito de precio.
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