Muchas de nosotras vemos el sol, sentimos el calorcito y rápido pensamos en volver a lucir nuestros pies dentro de unas fantásticas sandalias y dejarnos de calcetines. Pero a veces todo tiene su precio, las primeras rozaduras del año en tus pies.
Las rozaduras son heridas superficiales de la piel que se producen cuando hay un desprendimiento de la epidermis y de alguna porción de la dermis. Se producen por un continuo roce o contacto con objetos duros o blandos y nuestra piel. Un truco para evitar que te salgan es darte una crema protectora que esté hecha con óxido de zinc, previenen de maravilla las rozaduras. La parte dura del zapato se encuentra con aceite y resbala más por la piel.
Si ya te han salido rozaduras pequeñas evita el calzado causante por unos días, lávatela con agua y jabón y déjala el máximo tiempo posible al aire. Si la cosa va a más y te sale una ampolla prohibido explotarla, lávala con cuidado hasta que el líquido que está en su interior se reabsorba por completo.
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