Dicen que es el método más popular en nuestro país para la depilación, sobre todo por su rapidez y accesibilidad, por lo que todas y todos lo tenemos en nuestro cuarto de baño. Tener que cambiar la hoja cada cierto tiempo exige un desembolso de dinero, pero la alternativa no es nada halagüeña: cortes, granitos por no haberse cortado bien el pelo etc.
Hoy os damos unos consejos sobre cómo prolongar la vida útil de tus hojillas:
Aclara la hoja después de cada uso, para que quede libre de pelo y de la crema o loción que hayas usado. Es necesario para que esté siempre lo más afilada posible.
A continuación seca la hoja: el agua produce corrosión. Por ello tampoco es muy conveniente guardarla dentro de la ducha con la humedad que existe en dicho habitáculo. Para secarla un tissue o una toalla sin mucha fibra es lo ideal.
Mucho mejor que espuma de afeitar es usar aceite de bebé, como el típico Johnson's de toda la vida. Actúa como lubricante y previene que en la hoja se formen irregularidades o cortes.
Por último meter la hojilla en un vaso con un poco de alcohol ayudará a que esté desinfectada y seca. Puedes usar alcohol normal y aplicarlo con un paño seco y sin fibras sobre la hoja.
Vía | Bellasugar