Aunque estoy segura que muchas de vosotras ya lo sabéis, aplicar protector solar no es nada fácil. No solo están los diferentes factores de protección, sino que hay protección UVA y UVB (además de los infrarrojos), con fórmulas de acción inmediata, a prueba de agua, etc.
A todo eso hay que sumar el que pueden dejar la piel brillante, pegajosa y a veces blanquecina, y que aquellos más adecuados para el rostro, que evitan estos desagradables "efectos secundarios", son más caros. Todo esto hace que a la hora de usarlos, a menudo no apliquemos lo suficiente, sino entre la mitad y un cuarto de la dosis recomendada.
¿Y cuánto es la dosis recomendada? Ya sabéis que la recomendación es reaplicar el protector solar cada 2 o 3 horas y en especial luego de sudar, bañarse o secarse con una toalla. Cada una de esas veces, debemos aplicar aproximadamente 30 ml de producto (considerando un adulto vestido con un bañador).
En términos más prácticos, eso es equivalente a un vaso de trago corto (chupito). En cuanto al rostro, que es de especial importancia para quienes tenemos manchas, la dosis recomendada es de más o menos un tercio (1/3) de cucharada de té.
Por ejemplo, un bloqueador solar para el cuerpo de 200 ml, solo debería alcanzar a durarnos 7 aplicaciones. Si reaplicamos cada par de horas, literalmente se nos acabará en un par de días.
Ya veis que esto significa que ningún protector solar nos debería durar más de una semana, mucho menos durar de un año al otro, ¿verdad?
Imagen | Joe Shlabotnik Vía | Wikipedia, British Journal of Dermatology, SkinCancer.org, American Academy of Dermatology En Arrebatadora | Especial Protección Solar