El interés por los productos orgánicos ha hecho que los veamos cada vez más, ya sea en forma de nuevas marcas o como líneas dentro de marcas ya conocidas. Por desgracia, las leyes que regulan el etiquetado de estos productos no avanza a la misma velocidad; y ya sabemos lo difícil que es que funcione la autoregulación.
En Estados Unidos una organización ambiental, CEH, que tiene como objetivo erradicar los compuestos tóxicos de nuestro entorno diario, presentó una demanda la semana pasada a 26 compañías por etiquetado falso de sus productos, en violación de una ley de California.
Según la ley californiana Organic Products Act del 2003, solo pueden ser etiquetados como orgánicos, es decir, decir "orgánico" en la parte delantera del envase, los productos que contengan al menos un 70% de ingredientes orgánicos. Productos que contienen menos de ese 70% solo pueden usar la palabra "orgánico" en la lista de ingredientes.
El grupo ambiental compró productos durante mayo y junio en varias cadenas importantes de supermercados y farmacias en Estados Unidos, y determinó que muchos de ellos, con una etiqueta "orgánico" en frente y fabricados por esas 26 compañías, contenían pocos o ningún ingrediente orgánico, según su lista de ingredientes.
Para determinar la cantidad de ingredientes orgánicos, el grupo llevó a cabo un método bastante simple. En Estados Unidos (no sé si en Europa esto se mantiene, ¡gracias, Quenya!), los ingredientes están ordenados desde el más importante al menos importante, de modo que sabiendo la cantidad de ingredientes y su orden, se puede hacer una estimación de cuáles son sus porcentajes máximos.
A nivel federal (es decir, de país), Estados Unidos no tiene reglas de etiquetado para productos cosméticos. Eso significa que cada estado tiene sus propias reglas. Sin embargo, el departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) aprobó las reglas de California.
Como sé que estaréis interesadas en la lista de marcas y sus productos, podéis consultarla en el sitio web del grupo CEH. Quizás conozcáis alguna, que para mí son honestamente todas desconocidas.
La verdad, como sé que la autoregulación no siempre funciona como debe, a mí me parece bien que se investigue y presione a las empresas para que cumplan con ciertos límites. Ahora, ya sabéis como es de lento el camino de la justicia, de modo que puede pasar mucho tiempo antes de que veamos cuánto había de verdad en esta demanda y si tendrá consecuencias apreciables.
Imágenes | Ariel Grimm, Rich Anderson Más información | Center for Environmental Health En Arrebatadora | Diferencias entre un cosmético Bio, Eco o Natural: cómo diferenciarlo