Si eres capaz de preguntarte esto a diario, serás más feliz que la mayoría

La idea de felicidad entendida como un estado de bienestar, se puede cultivar con pequeños hábitos diarios y esta pregunta es uno de ellos

Si Eres Capaz De Preguntarte Esto A Diario Seras Mas Feliz Que La Mayoria
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Anabel Palomares

Editor

Dicen que la felicidad no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea. Es más, lo ideal es alejarnos de la emoción pasajera que conocemos como felicidad y abrazar un estado de bienestar que sea duradero y que, como bien explica el clásico libro de psicología positiva de Martin Seligman, ‘La auténtica felicidad’, "se cultiva a través de nuestras acciones y pensamientos”.

El bienestar es un objetivo alcanzable para todos, independientemente de nuestras circunstancias ya que se trata de algo activo y no de algo que nos suceda. No es necesario tener una vida perfecta para ser feliz, y con pequeñas acciones podemos recibir una pequeña dosis de optimismo y entrenar la mente para enfocarnos en lo positivo. La forma más sencilla y eficaz para hacerlo es que todos los días nos hagamos una pregunta: ¿qué es lo mejor que me está pasando en este momento?

Solo necesitas una pregunta para favorecer la gratitud

Cuando todos los días dedicamos un par de minutos a hacernos la pregunta de qué es lo mejor que me está pasando en este momento, estamos dejando de enfocarnos en lo que nos falta y apreciando lo que ya tenemos. Ese cambio en nuestra perspectiva mejora nuestro estado de ánimo y nos prepara para experimentar emociones positivas. El psicólogo Philip Watkins experto en gratitud y felicidad, afirmaba en The Washington Post que "si no eres capaz de ver lo bueno de tu vida y siempre estás abrumado por lo malo, probablemente no te prepararás para experimentar la alegría". La gratitud es una herramienta perfecta para prepararnos porque las investigaciones han demostrado que cultivar la gratitud es una forma de cultivar la alegría.

Manuel Vázquez-Marrufo, catedrático del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Sevilla, explicaba a la BBC que, a la hora de estudiar la gratitud, para los neurocientíficos es clave definir antes qué, porque “es un concepto que puede llegar a ser muy complejo porque nuestras referencias personales son diferentes”. Cicerón, por ejemplo, decía que “​​la gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás”. Para el psicólogo Robert A. Emmons, uno de los mayores investigadores del tema, "la gratitud es un estado complejo de componentes cognitivos y emocionales que interactúan, por lo que es probable que involucre múltiples sistemas cerebrales".

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En su libro ‘El Pequeño Libro De La Gratitud’ Emmons enseña que la gratitud no es solo un sentimiento, sino más bien un rasgo definitorio de nuestras vidas. Si la integramos en nuestra vida de una forma consciente, convirtiéndola en una actitud, podremos disfrutar de sus numerosos beneficios que incluyen un aumento en nuestra felicidad, unos mejores vínculos en nuestras relaciones y una mayor resiliencia, eso sin contar con beneficios en nuestra salud como dormir mejor, reducir el estrés y el riesgo de depresión,  tener un menor riesgo de sufrir enfermedades como resfriados o contar con un mejor manejo del dolor crónico.

La Universidad de Harvard afirma que dar las gracias puede aumentar la liberación de dopamina y según Naciones Unidas, una mentalidad optimista libera más neuroquímicos asociados con el bienestar además de la dopamina, como son la oxitocina y la serotonina. A grandes rasgos, las personas agradecidas están más satisfechas con su vida, experimentan más esperanza, tienen más autoestima y un mayor rendimiento. Afirman que “se asocia con un estilo de vida más saludable, un mejor descanso, un sistema inmune fortalecido y menos emociones negativas como la envidia, la depresión, el sentimiento de soledad y el materialismo”, y añaden que en los momentos malos, la gratitud puede ayudarnos a gestionar emociones como la pérdida y el estrés.

La gratitud es una habilidad que se puede aprender y practicar y podemos desarrollarla simplemente haciéndonos esta pregunta a diario: ¿qué es lo mejor que me está pasando en este momento? Nos permite reflexionar sobre las cosas buenas de nuestra vida de una forma sencilla.

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