La depilación de las cejas se ha realizado tradicionalmente con pinzas de depilar, pero últimamente parece que se ha impuesto el hacerlo con cera caliente. La pinza sigue siendo imprescindible para el retoque final, pero el grueso del vello depilado te lo quitan con cera. Tiene a su favor que el tirón hace la depilación menos dolorosa que el ir retirando el vello pelo a pelo con la pinza.
Lo más común es que la cera caliente se utilice en los centros de belleza cuando el vello es muy fuerte o abundante y también para depilar la parte superior de la ceja. Este último caso permite dar una forma más concreta a la ceja, tan de moda en los últimos años. Una vez hecho esto se usa la pinza para los pelitos más finos, débiles y cortos, o bien para dar la última forma.
Hay que tener en cuenta que abusar de los tirones en esta zona tan sensible y propensa a la flaccidez puede debilitar la piel e incluso descolgarla, razón por la cual algunas profesionales no son partidarias de hacerla. Si tienes el párpado ya un poco caído de por sí, o bien sufres de conjuntivitis y su consecuente inflamación (blefaritis), no te conviene que te depilen así, salvo casos concretos.
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