O cómo los consumidores nos hemos lanzado a lo más simple, fácil, cómodo y más barato. El gloss nació hace cinco años como un complemento para aportar brillo a la boca. De hecho, la sensación de volumen que muchos de ellos ofrecen es simplemente una apariencia 'falsa' de la capa de brillo. Eso sí, algunos de ellos resecan los labios demasiado.
En Arrebatadora hemos visto cómo las grandes casas de cosmética se han lanzado con las tendencias de este verano apostando fuerte por el gloss, como Pop Gloss Cristal de Givenchy, o Pulp Action de Bourjois. Sin embargo, la colección de verano de la casa francesa ha sido una de las apuestas del verano y de las más vendidas de Chanel, con su Aqualumière Gloss.
Yves Saint Laurent apuesta por su maquillaje de África con el Gloss Repulpant. Mientras Clarins lo hace por el Gloss Appeal.
Sin embargo, ha sido el Creamy Lip Colour de Bobbi Brown quien ha aunado gloss y barra de labios. O quienes han apostado por el brillo con hidratación, Kisskiss Stick Gloss de Guerlain.
Incluso Phyto-Lèvres Gloss de Sisley, un producto dos en uno de textura crema fundente. O la puesta de Givenchy, Rouge Interdit Shine, una fina barra con una alta concentración de purpurina luminosa de destellos iridiscentes, nos dan muestra de la fusión de ambos conceptos.
Yo sigo apostando por el clásico cacao hidratante, aunque ahora con protección solar.
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