El miercoles se estrenó en el teatro Arlequín de Madrid el musical "A quién le importa" de Jorge Berlanga, el hermano de Carlos Berlanga quién junto con Alaska y Nacho Canut formase grupos tan emblemáticos de la Movida madrileña como Kaka Deluxe, Alaska y Los Pegamoides o Alaska y Dinarama. Y gracias a L'Oréal tuvimos la oportunidad de ver en primicia este musical y sobre todo... volver a los ochenta por una noche.
El pequeño teatro Arlequín estaba a rebosar de anónimos y de personajes muy auténticos: desde Paco Clavel, pasando por Sara Montiel, la gran actriz Antonia Sanjuán o el músico Carlos Jean, aunque ni rastro de Alaska o su marido Mario Vaquerizo.
El teatro estaba ambientado como en los ochenta: luces de neón, colores fluor, grandes pelucas. Los camareros padecían a la hora de abrirse camino con los canapés y las bebidas entre tanta gente y, justo en la puerta de entrada al musical estaba el equipo de L'Oréal (encargados del peinado de los actores del musical) y peluquerías Madrigal con una atrevida propuesta: peinarte como en los mejores años de la Movida madrileña.
¿Cómo? Pues muy sencillo: realizando cardados imposibles, crestas y sobre todo, dando mucho color (rosas, rojos, verdes o azules) a tu cabello. Por supuesto nos atrevimos (una noche es una noche) a probar los servicios de la peluquería Madrigal para "ochentizarnos".
Y una vez teníamos nuestro peinado listo, entramos a ver el musical de cuyo vestuario se encarga Francis Montesinos. La historia se centra en Óscar, un chico que se despierta en el hospital sin saber cómo ha llegado allí y explora sus recuerdos buscando una respuesta. Las canciones "Bailando", "Rey del Glam", "La funcionaria asesina", "Un hombre de verdad" o "A quién le importa" se suceden a lo largo de esta historia.
Debo reconocer que adoro los ochenta, aunque no los he vivido por edad, siempre me ha encantado el cine, la música y la estética ochentera, pese a esto y a que me encanta la música de Alaska, Nacho Canut y Carlos Berlanga, el musical no fue de mi agrado (para gustos, tecnicolores) y parece que tampoco lo fue de Pitita Ridruejo que se levantó a la hora cuando los bailarines salieron a los pasillos y mojaron a parte del público con agua.
Y una vez terminado el musical volvimos a viajar en el tiempo hasta la época actual, respecto al peinado, no me veo con tanto volúmen en mi día a día, pero me encantaron las mechas de colores, de hecho cuando llegué a casa decidí quitarme el cardado (tengo el pelo muy fino y de no haberlo hecho al día siguiente no hubiese podido salir de casa por los enredos) y algo que me encantó fue el toque de las mechas rosas (de hecho, estoy pensando en hacérmelas permanentes) ya que lo había visto en fotografía pero no me había atrevido a probar. Así que gracias, L'Oréal por darme esta genial idea.
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