Cada vez más medios de comunicación se están haciendo eco, las microperlas, esas minúsculas bolitas de plástico presentes en muchos cosméticos de los que usamos a diario, están contaminando el mar.
Son tan pequeñas que se saltan los filtros de las plantas residuales y van directas de nuestros desagües a los océanos llenandolos de partículas de plástico procesado. Pero la contaminación no termina aquí, como no se descomponen muchas son ingeridas por los peces y de ahí pasan a formar parte también de la cadena alimentaria.
Exfoliantes, productos para el afeitado, geles de ducha, pastas de dientes… las micropartículas se encuentran en cientos de productos de cuidado personal y pueden suponer hasta un 10% del producto total. En la imagen que ilustra el post, cedida por Beat the Micro Bead podéis haceros una idea de las proporciones.
Por suerte ya son varias las ONG’s y fundaciones como Sopa de Plástico, las que se han puesto en marcha para concienciar a consumidores y presionar a las marcas para que sustituyan las microperlas por otros ingredientes biodegradables.
Por ejemplo Johnson & Johnson y L’Oreal se comprometieron desde el año pasado a no desarrollar nuevos productos que contuvieran microplásticos e ir sustituyendo los actuales progresivamente y Procter and Gamble afirma que en 2017 todos sus productos carecerán de estos ingredientes.
Mientras desaparecen totalmente del mercado podemos descargar la App Beat the Microbead que nos ayuda a identificar los productos con microperlas o consultar directamente en el listado de la web, aunque en general son fácilmente reconocibles.
¿Se ha colado alguno en tu neceser?
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