Dicen que cuanto más bajas son las expectativas, mayor es el placer cuando se superan. A juzgar por lo que me ha pasado esta semana, no puedo estar más de acuerdo. Me explico. Eran las 10 de la noche y después de terminar mi última serie no sabía qué ver. Rebuscando en Netflix di con una sección que ellos llaman “Podría gustarte”. Seleccioné la primera que aparecía y sucedió la magia: vi cuatro capítulos esa noche. Acababa de descubrir una de las mejores comedias románticas de la plataforma.
No soy la única que piensa que la historia de amor entre una podcaster de temas de relaciones y sexualidad y un rabino, es de lo mejorcito que ha hecho Netflix en los últimos tiempos. Me ha gustado tanto como me gustó ‘Love’, una de las mejores series de Netflix, cuando la vi. Es fresca, divertida, moderna y tiene todo lo que cualquiera esperaría de una comedia romántica: un meet cute, polos opuestos y una historia divertida. Hablo de ‘Nadie quiere esto’.
‘Nadie quiere esto', la serie para devorar en un fin de semana
‘Nadie quiere esto' nos habla de dos personas completamente diferentes que se ven unidas por una gran conexión que es palpable. Ella es una podcaster agnóstica que habla sobre temas de sexo y relaciones que ha construido su vida sobre la libertad de pensamiento y exploración sin tabúes. Muchas relaciones, pocos sentimientos. Todo muy pragmático. Él es un rabino que se acaba de separar y se siente muy unido a su tradición y a su fe, lidiando con las tensiones de su vida espiritual y personal. Y hasta aquí voy a contarte porque el resto, es mejor que lo veas.
La historia se basa en la vida de su propia creadora, Erin Foster, y el que ahora es su marido, un hombre judío. Con Kristen Bell y Adam Brody como protagonistas (con una maravillosa química en pantalla), y un reparto al que se suman nombres como el de Justine Lupe, Timothy Simons o Jackie Tohn, esta comedia tiene todo para encantarte.
Diez capítulos de menos de media hora cada uno y todo lo que necesitas para devorarla en un fin de semana. Y aunque sus descripciones de las mujeres judías se fundamentan en estereotipos algo anticuados, el resultado es una maravilla. En el New York Times dicen que el atractivo de la serie no es que sea peculiar, sino que resulta familiar. “Las comedias románticas han prosperado en los servicios de emisión en continuo, ya que han pasado de moda en los cines, y para este género en concreto, “formulaico” no es un insulto, sino todo lo contrario”, afirmaba Margaret Lyons.
‘Nadie quiere esto’ cumple de sobra y con facilidad con todos los requisitos de comedia romántica pero también se inspira en otros géneros de moda y en los fans, consiguiendo así una serie con todo lo que ya te gusta. Esta vez la recomendación de Netflix de su “podría gustarte” ha dado en el clavo conmigo. Y por suerte para mí, ya se ha confirmado una segunda temporada.
Fotos | Nadie quiere esto (Netflix)
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